Lara Maciel nació en Leandro N. Alem, y con sus 23 años ya está triunfando en el ambiente de las artes circenses. Gracias a su talento y su formación en gimnasia artística, trabajó para distintos circos en Honduras, México y Perú.En diálogo con NEA HOY, habló sobre los años en que practicaba gimnasia artística, el día en que le dieron la noticia que había sido seleccionada como bailarina de circo y su nueva vida en el ambiente.
De Alem al mundo
Se podría decir que Lara nació ya en el ambiente de la gimnasia rítmica. Sus padres, Daniela Reliable y Marcelo Macielson los fundadores de la Escuela de Deportes Victoria, en la localidad de Leandro N. Alem, por lo que ya a sus cuatro años Lara estaba participando de distintos talleres que daban en el espacio.Maciel cosechó logros importantes en el ambiente de la gimnasia artística durante 16 años, destacándose en distintas competencias y viajando a distintos lugares con la disciplina. Aún así, según comenta, el deseo de trabajar en un circo la acompañó desde la primera vez que fue a uno y vió las acrobacias que hacían los artistas.
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“La verdad que yo desde chiquita soñé con trabajar en el circo, a mi siempre me gustó el circo, por más que yo no conocía de qué se trataba el mundo del circo, pero lo que veía me gustaba, soñaba con poder viajar por el mundo”, explica LaraA los 20 años debió tomar una decisión importante. Es la edad en que la carrera de los atletas de alto rendimiento suele llegar a un ocaso, y Lara debía decidir entre dejar la competición para convertirse en docente a tiempo completo o dar un salto e intentar alcanzar uno de sus mayores sueños.Fue así que se puso a averiguar en distintas agencias, enviando currículums y videos de audiciones mientras daba clases de Hip Hop en la academia. En septiembre del año pasado, cuando Lara ya estaba dejando de esperar las respuestas, recibió la respuesta de una agencia Bp Artist y Clasiques Shows, que había quedado seleccionada para trabajar durante seis meses como bailarina para el circo internacional “Espectaculares Hermanos Fuentes Gasca”.
Le dijeron que en una semana debía sacar su pasaporte y viajar a Honduras para empezar a trabajar en el circo. “Y así fue”, concluye Lara, “en una semana dejé a mis amigos y mi familia y decidí por ésta vez en mi vida perseguir mis sueños”
Cómo es trabajar en el circo para Lara Maciel
Lara Maciel trabajó seis meses en el circo de los Hermanos Fuentes Gasca. Al terminar, trabajó dos meses para otro circo en Honduras. Después de volver unas semanas a su tierra natal, se embarcó a Perú para participar en el Festival de Circo y se puso a trabajar en el Circo de la Tía Gloria, del comediante peruano Jorge Benavides. Luego de esto, volvió a México y hoy sigue trabajando en otro circo que también es parte de la franquicia de los “Espectaculares Hermanos Fuentes Gasca”.
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De acuerdo a Lara, esta dinámica de trabajar para distintos circos es normal en el sector. “Una vez que entras en el mundo del circo te haces conocer con tu acto, que es la presentación que tiene cada uno, y ahí la gente del circo te empieza a conocer, y la verdad que hay mucho trabajo en el mundo del circo”.Estos “actos”, como los llama Lara, son las rutinas o presentaciones que realiza cada artista en el circo. Según explicó, cada artista arma sus propios actos dependiendo de los talentos y habilidades que posea.“El talento lo tiene uno, y uno tiene que adaptarlo a lo que te pide el circo”, explica Lara, “los circos montan diferentes espectáculos y diferentes producciones. Por ejemplo, en el de los Fuentes, el primero que estuve, primero hicimos un espectáculo tradicional y después hicimos una producción temática de dinosaurios, y tuvimos que adaptar todos nuestros actos a esa temática. El acto sigue siendo el mismo, pero se cambia la producción para adaptarlo a la temática del circo”.
Como bailarina, Lara Maciel tiene preparado su acto con ulas y otros donde hace acrobacias con liras.
Los circos generalmente tienen funciones todos los días, de domingo a domingo. Según cuenta Lara, los días entre semana generalmente hacen una función por la noche, teniendo tiempo durante el día para pasear por la ciudad o entrenar en su disciplina. Los sábados y especialmente los domingos son los días de mayor demanda, ya que el circo puede hacer dos o hasta tres funciones al día.
Lara lleva un año trabajando en el circo y todavía se ve como nueva y todavía está aprendiendo en el ambiente. Por ahora, su objetivo es seguir entrenando y avanzando para hacer más actos y presentarse en más lugares de Latinoamérica y hasta Europa.
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