En el marco de la Feria Internacional de Turismo celebrada la semana pasada en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el Ministro de Turismo de Misiones anunció que las parejas del colectivo LGBTIQ+ extranjeras y no residentes podrán celebrar sus casamientos en alguno de los puntos turísticos de la provincia, donde se destacan las Cataratas del Iguazú, los Saltos del Moconá o el Salto Encantado.
El anuncio es parte de una medida que ya se había puesto en vigencia desde junio, permitiendo que cualquier extranjero que visite la provincia en calidad de turística pueda casarse en Misiones registrando su unión civil en la provincia. Esto promueve tanto al turismo provincial como a la inclusión y respeto por la diversidad.
#FIT2023: “Las políticas públicas hicieron posible que el turismo misionero se recupere tras la pandemia”, destacó Herrera Ahuad @herrerayflia @feriadeturismo @MisionesTurismo @arruajmhttps://t.co/xRoUdb1T97 pic.twitter.com/eGxHkw0mFd
— Noticiasdel6.com (@noticiasdel6) October 2, 2023
¿Cómo es el trámite?
Para facilitar el proceso y que más parejas tengan acceso a esta experiencia, la provincia habilitó un canal de trámite exprés, gracias a la articulación entre el Ministerio de Turismo, Ministerio de Gobierno y las distintas dependencias involucradas. Quienes estén interesados deberán sacar un turno por correo electrónico a [email protected].
Cómo trámite legal, se admitirá la fotocopia certificada notarialmente del pasaporte y/o documento migratorio oficial como prueba de residencia transitoria. El Registro Provincial de las Personas será la encargada de arbitrar los medios necesarios para facilitar los turnos teniendo en cuenta las dificultades de los turistas que viajan miles de kilómetros con éste fin.
Una vez que se realizan estos trámites, podrán gestionar la celebración con el servicio o forma que deseen.
Turismo LGBT en Misiones
Desde el Marketing, se define al mercado como un conjunto de potenciales compradores (consumidores) de un producto que comparten ciertas necesidades y pueden agruparse (o segmentarse) sobre la base de características comunes, socioeconómicas, geográficas, psicográficas, etc.
De acuerdo a la tesis de grado “El turismo LGBT como segmento de mercado emergente en Argentina”, de la Licenciada en Turismo Luciana J. Barragán, el proceso de lucha y reivindicación de la comunidad LGBTIQ+ permitió la “visibilización y exteriorización de sus deseos y necesidades; el mundo empieza de este modo a advertir los acontecimientos que suceden en torno a la misma y a reconocer e identificar un grupo”.
Esto llevó a generar estrategias de comercialización de productos dirigidas específicamente hacia esa comunidad, agrupados dentro del segmento de parejas sin hijos que tienen la característica de poseer dos ingresos y posibilidad de gastar en productos de ocio y satisfacción individual.
El Turismo LGBTIQ+ se refiere al desarrollo de oferta turística dirigida específicamente a este colectivo. Esta segmentación tiene una relevancia innegable en el mercado turístico. Según la autora, en los últimos años movió “más del 10% del volumen de turistas a nivel mundial, lo que representa unos 150 mil millones de dólares al año”.
De acuerdo a un informe del Banco Mundial, la Comunidad LGBTIQ+ a nivel global alcanza un PBI de 3,6 billones de dólares, lo que supera al de países como India, Francia, Brasil, Canadá y Argentina. Dentro del mercado turístico, se estima que desde el 2020 la comunidad LGBTIQ+ aporta 180 millones de turistas al año, lo que tiene un impacto de 200 mil millones de dólares.
Los países con mayor aceptación hacia la comunidad LGBTIQ+ pudieron aprovechar éste crecimiento generando ofertas y paquetes de viajes exclusivos para parejas lésbicas, gays o transexuales. Este es el mercado en el que se está intentando posicionar a Misiones ofreciendo los distintos paisajes de la selva misionera como las Cataratas del Iguazú o los Saltos del Moconá como espacio para celebrar matrimonios entre miembros de la comunidad LGBTIQ+.
Una política hacia el respeto
Está claro que el turismo es una actividad crucial para la economía Argentina en general, representando un 10% del PBI del país y un 9% de los empleos. En Misiones, representa el 7% de su PBI y el 8% de los asalariados registrados.
Pero además de aprovechar un segmento muy importante dentro de éste mercado, ofrecer una de las Nuevas Maravillas del Mundo como paisaje para la celebración de bodas de la comunidad LGBTIQ+ es también una decisión política hacia la inclusión y el respeto en el mundo.
En Argentina se sancionó la Ley de Matrimonio Igualitario el 15 de julio del 2010. Ese día, el país se convirtió en el primero de latinoamérica en permitir la unión civil de personas del mismo sexo en todo su territorio, segundo en América (después de Canadá) y décimo en el mundo).
Desde ese día, el país se convirtió en un destino privilegiado para parejas que deseaban celebrar el matrimonio que no se les permitían celebrar en sus países de origen. De acuerdo a la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans (FALGBT), más de 400 parejas desembarcaron en el país con este fin, aprovechando para celebrar su luna de miel en Salta, la Patagonia y recorriendo la selva misionera.
Sin embargo, hoy siguen habiendo 62 estados miembros de la ONU que no solo no admiten el matrimonio entre personas del mismo sexo, sino que condenan la homosexualidad.
Celebrar matrimonios de extranjeros pertenecientes a la comunidad LGBTIQ+ es una política provincial de apertura hacia aquellas parejas que tal vez sean perseguidas o no reconocidas en su país de residencia, dándoles la oportunidad de celebrar su amor de la forma en que no pueden hacerlo en sus casas, con las Cataratas del Iguazú como testigo de ésta unidad.
La celebración, además, da la oportunidad de legalizar el matrimonio para turistas de países como Israel, que no celebra matrimonios de personas del mismo sexo pero que los acepta cuando fueron celebrados en otro país.
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