La región celebra hoy dos advocaciones marianas que son parte de la identidad cultural de un gran número de pueblos; es el día litúrgico de la Virgen del Carmen, patrona de Formosa, y el aniversario de la Coronación Pontificia de la Virgen de Itatí, patrona de Corrientes y Misiones.
Ambas figuras representan a la Madre de Jesucristo y las devociones comparten la característica de haber llegado a la región durante la época de conformación de provincias como Formosa y Corrientes.
A partir de registros históricos, NEA HOY te invita a conocer más a fondo cómo llegó cada devoción y por qué la fe se arraigó de este modo en los pueblos de la región.
Devoción a la Virgen del Carmen
La devoción a la Virgen María en Formosa se instaló con la llegada del contingente de fundadores, encabezados por Luis Jorge Fontana, hacia el año 1879.
La advocación de la Virgen del Carmen fue llamada desde entonces con el título de “Protectora y Madre amorosa de todos los formoseños”.
Los registros históricos indican que las manifestaciones de fe iniciaron inmediatamente luego de la fundación de la ciudad. En 1953, los padres franciscanos se encargaron de recorrer cada rincón de la provincia con la imagen peregrina de la Virgen, según la intención de Fray Raúl Marcelo Scozzina, para compartir con todos los habitantes del territorio la fe.
Entro otros títulos y atributos que la devoción mariana recibió desde la época de la fundación se encuentra el de “Generala del Ejército Argentino” en el año 1947; “Patrona de la Diócesis de Formosa”, desde el año 1957 en que Formosa fue declarada Diócesis y fue nombrado como primer Obispo Monseñor Pacífico Scozzina.
Un hecho trascendental que vivió el pueblo formoseño en 1966 fue la Coronación Pontificia de la imagen de la Virgen; una intención presentada por el primer Obispo de Formosa y aprobada por el Papa Pablo VI.
Vale tener en cuenta que cada 16 de julio es una fecha significativa para el pueblo formoseño, quien renueva su fe hacia la Virgen del Carmen, recordando los méritos otorgados, tales como el de guía, protectora y Madre de los que acuden a ella.
La Ley Provincial N°168 sancionada en 1960 y ratificada por el Decreto N° 295/79 oficializó el título otorgado por los fundadores y la declaró como Patrona de Formosa estableciendo, además, el feriado provincial.
El epicentro de las manifestaciones religiosas es la Catedral local, en donde se exhibe, en lo alto del altar mayor, la imagen de la Virgen que es venerada desde los tiempos de la fundación y para cuya difusión tuvieron un rol esencial los monjes franciscanos.
Se destaca que la sagrada imagen cuenta con una plaqueta de bronce que reza la siguiente inscripción: “Esta imagen es la fundadora y Patrona de Formosa, traída de villa occidental por el Comandante Don Luís Jorge Fontana y sus acompañantes”.
La banda con los colores argentinos que cruza el pecho de la talla, es la correspondiente a la mención de Generala del Ejército Argentino, otorgada por Decreto del Gobierno Nacional el 4 de junio de 1947.
Devoción a la Virgen de Itatí
La devoción a María de Itatí llegó a la tierra guaraní algunos años antes de la fundación de la Ciudad de Corrientes, luego de la llegada del navegante italiano Sebastián Gaboto a la región del territorio gobernado por el cacique Yaguarón, en febrero de 1528.
Un aspecto en que coincide con la Virgen del Carmen es que ambas devociones se divulgaron en sus respectivos territorios por obra de los padres franciscanos.
Fue esta misma congregación de religiosos la que se encargó de tallar una imagen de la Inmaculada Concepción que fue colocada en un oratorio montado a orillas del río Tabacué. Aunque algunos registros históricos señalan que fueron los mismos guaraníes quienes tallaron el madero, a partir de una visión de la Virgen María.
En los mismos relatos antiguos se habla de un grupo de indígenas que atacó el sitio original en que se puso la imagen y esta desapareció. Tiempo después apareció a orillas del río Paraná, encima de una piedra; por ello recibió el nombre de “Itatí”, que significa piedra blanca.
La tradición comenta que la misma fue vista envuelta por un brillo extraño y una música extremadamente bella sonaba a su alrededor. A partir de eso, fue llevada en dos ocasiones al sitio original pero volvió al borde del río, misteriosamente.
Fue así que los franciscanos interpretaron que era voluntad de la Virgen María quedarse allí, y fundaron en el lugar un pueblo al que nombraron de “la Pura y Limpia Concepción de Nuestra Señora de Itatí”. En 1615, el 7 de diciembre, se erigió el primer templo y la casa parroquial en Itatí.
A cargo de la evangelización del pueblo, desde entonces, estuvo Fray Luis de Gamarra quien fue nombrado párroco del lugar. Sus relatos de la Semana Santa de 1624 mencionan la primera transfiguración del rostro de la Virgen. “Se produjo una extraordinaria mudanza del rostro y estaba tan linda y hermosa que jamás tal la había visto”, dijo entonces el sacerdote.
Este, como otros sucesos milagrosos que fueron registrados en torno a la imagen sagrada, generaron que una multitud de personas se acerquen año a año a la localidad.
El 16 de julio de 1900 el Papa León XIII mandó coronar a la Virgen de Itatí. La ceremonia fue presidida por su delegado y Obispo de Paraná de ese entonces, Monseñor Rosendo de la Lastra y Gordillo.
Más tarde, el 23 de abril de 1918, la advocación fue proclamada Patrona y Protectora de las provincias de Corrientes y Misiones, celebrándose su fiesta litúrgica cada 9 de julio y el aniversario de la coronación un día como hoy.
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