El proyecto de ley de Promoción de la alimentación saludable, comúnmente conocido como ley de etiquetado frontal, fue aprobado por mayoría en el Senado y debía ser discutido el pasado miércoles en la Cámara de Diputados. Sin embargo, el bloque de Juntos por el Cambio decidió no dar quórum al debate por considerar que había proyectos más importantes para discutir.
Karina Solis, Directora del Colegio de Nutricionistas de la provincia del Chaco, habló con NEA HOY sobre la importancia de implementar la ley para reducir los problemas de la mala alimentación en la población en general y en los niños en particular.
“Los problemas en la alimentación están presentes hoy y se ven en el importante número de sobrepeso y obesidad y a consecuencia todas las enfermedades que esto acarrea, como ser diabetes, hipertensión, enfermedades cardiovasculares, algunos tipos de cáncer, y el avance de esas enfermedades genera discapacidades y disminuye la calidad de vida”, explicó.
En la Argentina, la obesidad tiene un crecimiento sostenido a lo largo de los años. En la población adulta pasó del 14,6% en 2005 al 20,8% en 2013, lo que implica un crecimiento del 42,5%. Estos datos demuestran la necesidad de políticas públicas que apunten a la promoción de la alimentación saludable.
En los niños, según la Segunda Encuesta Nacional de Nutrición y Salud del año 2019, el 10% de los menores de 5 años tiene sobrepeso y el 3,6% tiene obesidad. En la región NEA, este porcentaje es del 7% en sobrepeso y el 4,5% en obesidad (por encima del promedio nacional).
En niños de 5 a 17 años, el porcentaje nacional de sobrepeso alcanza el 20,7% y en obesidad apenas baja hasta el 20%, dando como resultado a un 39,3% de la población joven con exceso de peso. En el NEA, el porcentaje de sobrepeso y obesidad son del 19,2% y 16,1% respectivamente, sumando un 35,2% de jóvenes con exceso de peso.
“Hasta hace unos años en Argentina no hubo políticas públicas que promuevan la educación alimentaria. Por lo tanto la educación alimentaria se hacía con esfuerzos particulares o de pequeños grupos”, agrega Karina Solis para explicar esta situación, “es importante que las políticas públicas ayuden al comportamiento o a la elección de los alimentos y que sean acompañadas de educación alimentaria”.
Los objetivos del proyecto
El objetivo del proyecto de ley de Promoción de la alimentación saludable busca garantizar el derecho a la información de los consumidores. Hoy, el etiquetado regulado por el Código Alimentario Argentino se encuentra atrás de los alimentos, en letras minúsculas y en un lenguaje científico que para la mayoría de los consumidores resulta difícil de entender.
Solo uno de cada tres consumidores lee las etiquetas de los productos, y de este grupo, solo uno de cada tres puede entenderla. Esto sumado a que los productos envasados contienen agregados sintéticos o derivados que no se está informando debidamente, atentando contra el derecho a la información del consumidor.
Uno de los tres ejes del proyecto plantea que al frente de los paquetes haya un logo octogonal de advertencia que indique al consumidor si el alimento posee cantidades elevadas de azúcar, grasas, sodio, calorías y si contiene edulcorantes o cafeínas que no se recomienda para niños.
En otro de los ejes del proyecto de Promoción de la alimentación saludable se menciona que los productos con exceso de estos agregados no puedan ser vendidos en las escuelas. Para Gabriela Raynallán, Directora del Colegio de Nutricionistas de la Provincia de Misiones, este eje es crucial para propiciar entornos escolares saludables.
“Los niños en esa etapa aprenden los hábitos alimentarios que van a perdurar por el resto de sus vidas”, aclaró en diálogo con NEA HOY, “este proyecto de ley va a contribuir a uno de los pilares de un entorno escolar saludable, que en los kioscos de las escuelas no se vendan alimentos indicados con excesos de nutrientes críticos para las enfermedades crónicas”.
El tercer eje del proyecto apunta a la publicidad de estos alimentos. Los chicos están expuestos a más de 60 horas de publicidad engañosa a través de figuritas, personajes o personalidades de la televisión y el deporte. Esto también tiene un impacto negativo en su alimentación.
De acuerdo a la misma encuesta de Nutrición y Salud, el 21,5% de los adultos responsables de niños y niñas de entre 2 y 12 años declaró que compró, al menos una vez en la última semana, algún alimento y/o bebida porque el niño lo vio en una publicidad.
En el NEA, este porcentaje se eleva por sobre el promedio y alcanza un 25%. También se preguntó lo mismo a jóvenes mayores de 13 años: en esta franja etaria las respuestas afirmativas fueron del 23% a nivel nacional y del 32% en el NEA.
La recomendación internacional establece que la autorregulación carece de efecto y que solo una restricción amplia de la publicidad de alimentos y bebidas no saludables es efectiva para reducir la exposición de la población al marketing.
Los bloques del Frente para la Victoria y el Frente JxC acordaron finalmente debatir el proyecto de ley de Promoción de la Alimentación Saludable este miércoles, en el que se votará por la aprobación de la ley que puede generar las condiciones para una mejor y más consciente alimentación de la población en el país.
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