Bielorrusia atravesó un 2020 marcado por protestas sociales de alta intensidad y violencia, varias personas perdieron la vida y cientos de detenidos en manifestaciones.
Esto se da, principalmente, a que el pueblo de Bielorrusia no apoya más al actual Presidente, Alexander Lukashenko.
Lukashenko es un claro ejemplo de absolutismo en un mandato presidencial, siendo uno de los más duraderos de la actualidad. De todas formas, no es el único.

Pensar en Democracia moderna es pensar en rotación en el poder, especialmente en regímenes no monárquicos -es decir que no existe realeza en el país-.
Esto, en pleno apogeo del siglo XXI parece una obviedad, pero en esta nota de NEA HOY vas a entender porque hoy existe un conflicto muy grave en un país muy cerca de las principales capitales europeas.
Bielorrusia tiene el mismo Presidente desde junio de 1994, sí, hace casi 27 años. Pero en latitudes como Camerún, donde el presidente Biya está hace casi medio siglo, parece remontarnos a la época de las monarquías.
Otro ejemplo para entender que esta situación que sucede en Bielorrusia no es aislada, es lo que sucede en Guinea Ecuatorial, donde Teodoro Obiang, está desde 1979. Siendo uno de los más macabros dictadores de África.
Así encontramos ejemplos en el continente africano como Chad y Eritrea, pero también está el reconocido caso de Vladimir Putin, quien está hace más de 23 años en el poder.
2020: protestas, arrestos y conflictos en Bielorrusia
Desde mediados del año pasado, los bielorrusos han realizado más de 150 marchas en todo el país, reclamando por la renuncia de Alexander Lukashenko, quien aún se mantiene en el poder.
Como resultado de estas marchas, más de 30.000 personas fueron detenidas y casi 200 aún siguen en prisión, según fuentes oficiales de los organismos de prensa libre.

Esto generó un rechazo de parte de la Unión Europea, además de otros países limítrofes.
La gran mayoría de los miembros del Espacio Económico Europeo le han puesto restricciones comerciales a Bielorrusia, especialmente al gobierno de Lukashenko, con el objetivo de presionarlo para que dimita.
Otro de los organismos poderosos que se ha proclamado en contra del régimen de Lukashenko es la ONU. Es más, varios representantes de la organización han denunciado violaciones a los Derechos Humanos.
“En Bielorrusia han ocurrido torturas y tratos crueles” afirmó Michelle Bachelet, quien es Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos y ex Presidenta de Chile.

¿Qué argumenta Lukashenko?
El actual mandatario alega que ganó las elecciones pasadas, celebradas en agosto de 2020, con más del 80% de los votos.
Esto generó el rechazo generalizado de los ciudadanos y de la comunidad internacional, lo que desembocó en violentas marchas durante varios meses.

Ante la inmensa presión internacional, Lukashenko ha prometido una modificación constitucional para luego dimitir y dejar el poder, lo cierto es que aún no sucedió.
La oposición a la espera
Muchos de los opositores de Lukashenko están en el exilio, algunos en países como Lituania o Estonia, y otros muchos en prisiones dentro de la misma Bielorrusia.

Además, es importante destacar que en Bielorrusia hay casi un centenar de periodistas opositores que están presos por cubrir los hechos acontecidos en las distintas marchas en el país contra el régimen.
Por el momento, Lukashenko sigue en el poder por un tibio apoyo de Rusia, que tiene negocios históricos con Bielorrusia, especialmente en la distribución del gas natural a través de los gasoductos que atraviesan el país.
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