“Este Gobierno nacional tomó medidas que ajustan el Instituto y con este decreto nos sentenciaron a desaparecer como productores”, sostuvo el productor de Jardín América, Jorge Lizzminez. De esta manera, el productor se sumó a las diversas voces del sector que manifestaron su preocupación y el enérgico rechazo al recorte de funciones del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) por parte de Nación.
El Gobierno nacional modificó mediante el Decreto N° 812/2025 el reglamento del INYM. La medida elimina la facultad del organismo para fijar el precio de la materia prima que se abona a los productores. Este cambio desregulatorio, comunicado por la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca, suprime una de las principales herramientas de intervención del organismo en el mercado.
La medida se enmarca en la política de desregulación del Poder Ejecutivo Nacional. Los ejes centrales de la reforma son tres: la derogación de las facultades del Instituto de la Yerba Mate para intervenir en la actividad económica del sector, la “prohibición expresa de distorsionar los valores de mercado” y la adecuación integral a la nueva normativa de competencia.

“Con este decreto nos sentenciaron a desaparecer como productores”
El productor de Jardín América, Jorge Lizzminez, expuso que el decreto nacional 812 dejó al sector sin referencias de precios y sin certezas para financiar la próxima zafra. “Los productores primarios estamos más que preocupados. Este Gobierno nacional tomó medidas que ajustan el instituto y con este decreto nos sentenciaron a desaparecer como productores”, criticó. En especial, porque los pagos diferidos de las empresas yerbateras complican tareas básicas en los yerbales.
Además, explicó que la eliminación de la regulación de precios creó un escenario incierto para los colonos. “Ahora quedamos a la deriva sin saber qué sería producir por costo. Algo que siempre el Instituto sacaba para tener una base de lo que deberían pagar. Hoy quedamos desamparados totalmente”, advirtió.

Productores plantean no entregar la zafra ante la falta de garantías
El productor reconoció que los grupos de colonos analizan no entregar la cosecha de verano. El sistema de pago tampoco les permite seguir con su actividad porque “nos dan cheques a 90 y 120 días y no tenemos recursos para iniciar la limpieza de los yerbales”. Consultado sobre alternativas, Lizzminez dio cuenta que “esto afecta al tarefero, que saca el jornal en el día. No podemos pagar más de lo que nos pagan a nosotros, y eso perjudica a toda la cadena yerbatera”.
El impacto es tal que alcanzaría comercios y localidades dependientes del ingreso generado por la actividad. En ese panorama, las grandes molineros manejan valores inaccesibles para cooperativas locales. El yerbatero comentó que no sabe como los molineros llegan a precios tan bajos, pero ahora la “yerba sale más cara por los impuestos que nos afectan”. Lizzminez advirtió que el decreto de Nación impacta en la calidad del producto y recordó que se asemeja a las prácticas irregulares registradas en los noventa.
Fuente: Canal Doce
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