El portaaviones USS Gerald R. Ford, el más avanzado de la Armada de Estados Unidos, ingresó este domingo al mar Caribe, en el marco de una operación militar denominada «Southern Spear» por el gobierno de Donald Trump, que es presentada como una intensa campaña contra el narcotráfico, aunque analistas la interpretan como una creciente táctica de presión sobre el régimen de Nicolás Maduro en Venezuela.
Se trata del mayor despliegue de poderío militar estadounidense en la región en décadas. La llegada del grupo de ataque del Ford, confirmada por un comunicado militar, culmina una concentración de fuerzas que incluye ya cerca de 12.000 tropas y casi una docena de navíos. El buque transitó el Pasaje de Anegada cerca de las Islas Vírgenes Británicas, desplegando su capacidad de guerra que incluye escuadrones de aviones de combate y destructores equipados con misiles guiados.
La Casa Blanca insiste en que el objetivo primordial de esta movilización es detener el flujo de drogas hacia Estados Unidos. El contralmirante Paul Lanzilotta, al mando del grupo de ataque, afirmó que la fuerza reforzará la seguridad frente al «narcoterrorismo en el hemisferio occidental».

No obstante, las acciones ya tuvieron consecuencias letales. Desde principios de septiembre, se registraron al menos 20 ataques estadounidenses contra pequeñas embarcaciones acusadas de transportar drogas en el Caribe y el Pacífico, resultando en la muerte de al menos 80 personas, aunque Washington no presentó pruebas que respalden la etiqueta de «narcoterroristas» para las víctimas.
Estados Unidos lo presenta como antidrogas, pero expertos apuntan a presión sobre Maduro
La justificación de la acción militar por parte de Trump se basó en que Estados Unidos se encuentra en un «conflicto armado» con los cárteles de droga y afirmando que las lanchas atacadas son operadas por organizaciones terroristas extranjeras.

Este despliegue es visto por expertos como una herramienta de intimidación mucho más adecuada para ejercer presión geopolítica que para combatir cárteles de droga. El secretario de Estado, Marco Rubio, calificó al gobierno venezolano como una «organización de transbordo» que coopera con narcotraficantes.
Maduro, quien enfrenta cargos de narcoterrorismo en Estados Unidos, tildó la ofensiva estadounidense de «fabricación» de una guerra en su contra. El líder venezolano anunció una movilización «masiva» de tropas y civiles con el objetivo de defenderse ante un eventual ataque militar por parte de la potencia norteamericana.
Fuente: C5N
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