La inflación de alimentos alcanzó el 3% en octubre, según la consultora EcoGo, y confirmó su tendencia ascendente por sexto mes consecutivo. El dato preocupa no solo por el sostenido deterioro del poder adquisitivo, sino también por lo que viene: noviembre se perfila como un mes complejo por la presión de los aumentos en carnes, combustibles y tarifas de servicios esenciales.
Durante octubre, las subas semanales se movieron entre 0,5% y 0,9%, en un contexto de incertidumbre política y tensión cambiaria. Tras las elecciones y la victoria del oficialismo, la inflación se moderó levemente en la última semana (0,2%), aunque el daño ya estaba hecho: la canasta básica se encareció por encima del promedio general y dejó un arrastre de 1,1 puntos para el mes siguiente.
Alimentos que más subieron: frutas, verduras y bebidas
El rubro frutas encabezó los aumentos con un 12,6%, impulsado por el fin de temporada de los cítricos (+17,4%) y la suba de la manzana (+9,3%). Las verduras también se encarecieron (+5,6%), principalmente por la suba de “otras verduras frescas y congeladas” (+6,2%). En tanto, las bebidas e infusiones aumentaron un 3%, empujadas por la cerveza (+7%) y las gaseosas (+4,1%).
El caso de las carnes fue más moderado en octubre, con un alza general del 0,6%, aunque el panorama cambia en noviembre: los frigoríficos ya aplicaron aumentos de hasta 15%, lo que podría llevar el precio del kilo de carne vacuna a superar los $20.000.

El consumo, cada vez más restringido
La inflación golpea de lleno al consumo popular. Según EcoGo, los alimentos consumidos dentro del hogar subieron 2,7%, mientras que los que se consumen fuera aumentaron 4%. En los últimos doce meses, estos rubros acumulan alzas del 38,1% y 43,4%, respectivamente. Esto implica que comer afuera —una costumbre que para muchas familias era parte del esparcimiento— se volvió un lujo.
El informe también advierte que uno de cada tres productos de la canasta alimentaria mostró variaciones en octubre, una señal de que la inflación no solo sigue alta, sino que se propaga a más bienes.
Noviembre viene con más presión: tarifas, alquileres y combustibles
El panorama no ofrece respiro. Desde el 1° de noviembre rigen nuevos aumentos en transporte público, gas, luz, prepagas, cable y telefonía, y combustibles. Las tarifas de energía subirán en torno al 3,5%, mientras que el gas aumentará 3,8% en promedio.
El boleto de colectivo y subte en el Área Metropolitana también tuvo incrementos de hasta 4,1%, y las naftas sumaron nuevos impuestos que impactarán de lleno en los costos logísticos y de distribución de alimentos. A esto se suma el ajuste en alquileres, que este mes aplicarán un aumento del 38%, y presionan sobre el gasto fijo de los hogares.

Un escenario de precios sin ancla
La escalada de precios en alimentos refleja un problema estructural: la falta de coordinación entre políticas de ingresos y precios, y una inercia inflacionaria que no logra romperse. Con el dólar estable pero sin señales de desaceleración sostenida, la combinación de aumentos regulados y subas en alimentos podría llevar la inflación general de noviembre por encima del 3%, según estimaciones privadas.
El Gobierno busca transmitir optimismo y estabilidad, pero los números del mostrador siguen mostrando otra cosa: el costo de comer en la Argentina sigue creciendo más rápido que los ingresos, y las familias sienten cada vez más el peso del supermercado en sus bolsillos.
Con información de El Destape.
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