El tratamiento del Presupuesto 2026 en la Comisión de Presupuesto y Hacienda de Diputados dejó este martes una postal política compleja: la oposición consiguió que haya dictámenes, es decir, que la discusión avance formalmente, pero La Libertad Avanza (LLA) se quedó con el despacho de mayoría, merced a un desempate del presidente del cuerpo, Alberto “Bertie” Benegas Lynch, que firmó dos veces y garantizó 21 rúbricas.
El texto que prevaleció es idéntico al enviado por el Poder Ejecutivo, sin modificaciones: ratifica la bandera del déficit cero como principio rector del esquema económico del Gobierno. El oficialismo logró así imponer el trámite, aunque sigue sin contar con los votos para aprobarlo en el recinto, donde el escenario está dividido y el debate podría postergarse hasta después del 10 de diciembre.
El juego político: la oposición empujó el dictamen, pero no logró unidad
La sesión en comisión dejó cuatro dictámenes:
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El oficialista, de LLA y sus aliados (PRO, parte de la UCR y diputados provinciales afines a sus gobernadores);
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El de Unión por la Patria, que reunió también 20 firmas;
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El de Encuentro Federal, motorizado por el cordobés Oscar Agost Carreño y con apoyo del bloque Democracia para Siempre;
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Y un cuarto, del Frente de Izquierda, en rechazo total al proyecto.
En los hechos, la oposición logró lo que el oficialismo quería evitar: que el debate siga vivo, que el Congreso se pronuncie y que el tema entre en el tablero político antes del recambio. Pero no consiguió unidad en torno a una alternativa. Mientras Unión por la Patria apuntó a un rechazo total por considerar que el texto “profundiza el ajuste”, Encuentro Federal y Democracia para Siempre buscaron introducir modificaciones que preservaran el equilibrio fiscal sin desatender las emergencias sociales.
Hoy en la Comisión de Presupuesto, desde nuestro bloque Unión por la Patria firmamos dictamen sobre el Presupuesto 2026 presentado por el Gobierno.
Rechazamos un proyecto que consolida el ajuste, vacía al Estado y le otorga discrecionalidades al Ejecutivo, avasallando al… pic.twitter.com/g9AcRjnxDQ
— Julia Strada (@Juli_Strada) November 4, 2025
Críticas cruzadas y ausencias notorias en el debate por el Presupuesto 2026
La discusión mostró el clima de desgaste entre oficialismo y oposición. El ministro de Economía no asistió a defender su proyecto, una ausencia que fue subrayada por varios legisladores como símbolo del aislamiento político del Ejecutivo.
Desde Encuentro Federal, Agost Carreño sostuvo que el Congreso “lleva dos años sin presupuesto ni control parlamentario” y cuestionó al Gobierno por “no dialogar ni transparentar prioridades”. Su dictamen incluyó la reincorporación de las leyes vetadas por Milei —Emergencia Pediátrica, Emergencia en Discapacidad y Financiamiento Universitario— y medidas para garantizar fondos a universidades, ciencia y obra pública sin romper el equilibrio fiscal.
Por su parte, Carlos Heller (UP) calificó el texto oficial como “un proyecto de ajuste con un Estado ausente” y advirtió que el déficit cero es “un eslogan que oculta un déficit real no contabilizado”. En el otro extremo, los libertarios defendieron la ortodoxia del plan económico. “Gastamos lo que recaudamos”, justificó Julio Moreno Ovalle, celebrando el “fin de la emisión y de la deuda externa”.
#Presupuesto2026 Comparto mi intervención en la comisión -emplazada- de Presupuesto y Hacienda, en la que desde el bloque de @Diputados_UxP presentamos un dictamen de rechazo total del proyecto enviado por el Poder Ejecutivo, básicamente porque el proyecto del oficialismo avanza… pic.twitter.com/Qrlv5X6Hh5
— Carlos Heller (@CarlosHeller) November 4, 2025
Lo que viene: el Presupuesto, rehén de la política
El dictamen de mayoría le da a La Libertad Avanza una victoria técnica, pero no política. En el recinto, no tiene asegurados los votos, y el Gobierno ya deslizó que podría postergar el debate hasta el próximo período legislativo. Mientras tanto, el ministro entrante del Interior, Diego Santilli, deberá encarar una ronda de negociaciones con los gobernadores para intentar sostener la viabilidad del texto original.
Del otro lado, la oposición buscará coordinar posiciones para imponer un presupuesto con correcciones o marcar el costo político de un ajuste sin consenso. El desafío será lograr una estrategia común frente a un oficialismo que, aun con minoría, conserva el control del tablero institucional.
La sesión dejó un mensaje doble: la oposición logró instalar el debate que el Gobierno quería evitar, pero la fragmentación opositora permitió que el oficialismo conserve el dictamen de mayoría y, con él, el control formal del proceso. El Presupuesto 2026 avanza, pero más como símbolo de la disputa política que como herramienta de gestión.
Con información de Parlamentario.
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