El Banco Nación, principal motor del crédito hipotecario en la Argentina, decidió aumentar por primera vez desde su relanzamiento en 2024 la tasa nominal anual (TNA) de su línea ajustable por UVA: pasó del 4,5% al 6% para quienes acreditan haberes en la entidad y del 8% al 12% para quienes no lo hacen. El ajuste implica que, por ejemplo, una cuota inicial de un préstamo de u$s100.000 a 30 años suba de alrededor de u$s650 a unos u$s710.
La medida, aunque técnica, tiene un efecto directo sobre la clase media que intentaba volver a acceder a una vivienda propia luego de años sin crédito. En los hechos, el Banco Nación empieza a moderar un entusiasmo que el mercado inmobiliario había recibido con alivio tras una larga sequía de financiamiento.
El Banco Nación se blinda y ajusta su filtro
Con más del 40% del total de préstamos hipotecarios UVA del país, el Nación sostiene su posición dominante. Pero detrás de la suba de tasas también hay un endurecimiento de condiciones. Durante los últimos meses, la entidad duplicó su nivel de scoring —de 450 a 909 puntos—, lo que redujo considerablemente el universo de beneficiarios. El nuevo esquema apunta a preservar la sustentabilidad del sistema, pero deja a muchos potenciales compradores fuera de juego.
“El aumento era esperable”, reconocen los analistas, aunque advierten que el banco se enfrenta ahora al desafío de sostener su rol de referencia sin cerrar la puerta a los sectores medios, los únicos que aún podían acceder a un crédito hipotecario formal.
🚨🚨🚨 CRÉDITOS HIPOTECARIOS UVA: NOVEDAD EN EL BANCO NACIÓN
🔹 Banco Nación actualizó sus tasas:
• 6% anual cobrando sueldo (antes 4,5%)
• 12% sin acreditar haberes (antes 8%)
• Prima de seguro opcional: 2% (antes 1,5%)
🏠 Cuota estimada: U$S 71 cada U$S 10.000 a 30 años… pic.twitter.com/r2ztS3qxrz
— Juan Pablo Marino (@jpmarino79) November 4, 2025
Entre la prudencia financiera y el costo social
El economista Andrés Salinas consideró que el movimiento “converge a la tasa lógica de largo plazo”, mientras que Federico González Rouco, de Empiria Consultores, subrayó que la medida busca “preservar la sustentabilidad en un contexto de inflación descendente pero incierta”. Sin embargo, en términos sociales, el mensaje es otro: el crédito hipotecario vuelve a alejarse de su función de inclusión y se encamina hacia un esquema más restrictivo, orientado a perfiles de ingresos altos y con fuerte respaldo bancario.
Santiago Magnin, experto en Real Estate, graficó el nuevo escenario: “Un crédito de u$s75.000 a 20 años pasará de una cuota de u$s475 a u$s537. Ya no accede cualquiera, como sí ocurría en los primeros meses de este mini boom hipotecario”.
El espejo del mercado y el límite del “boom”
Aunque la línea del Nación sigue siendo la más competitiva frente a los bancos privados —que operan entre el 10% y el 17%—, el incremento marca el fin del “ancla simbólica” que representaba su tasa baja en un mercado aún frágil. A su vez, mientras el BBVA bajó recientemente su tasa del 10,9% al 7,5%, el Nación se mueve en sentido opuesto, intentando equilibrar rentabilidad y volumen.
El resultado, por ahora, es ambivalente: el banco se mantiene como líder, pero el impulso al crédito se enfría y deja en evidencia que el acceso a la vivienda sigue siendo un privilegio más que un derecho.
Una señal de advertencia para los créditos hipotecarios
El ajuste del Banco Nación, más que un simple movimiento financiero, es una advertencia sobre los límites del modelo hipotecario en la Argentina. Sin subsidios estatales y con un sistema UVA que traslada la inflación al deudor, el leve aumento en las tasas puede traducirse en un fuerte retroceso en la demanda real de crédito.
La apuesta de la entidad por “preservar la sustentabilidad” es válida desde el punto de vista contable, pero plantea una pregunta política de fondo: ¿de qué sirve que el crédito sea sustentable si deja afuera a quienes más lo necesitan?
Con información de Ámbito.
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