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El “auxilio” de Trump a Milei: Estados Unidos interviene en el mercado y confirma nueva deuda argentina

El Tesoro estadounidense compró pesos y selló un swap por u$s20.000 millones con el Banco Central. Detrás del anuncio de Scott Bessent se consolida una nueva etapa de dependencia financiera de la Argentina, con el visto bueno político de Donald Trump y la mediación directa de Luis Caputo.

En el tramo final de su viaje a Washington, el ministro de Economía Luis Caputo cerró un acuerdo que revela hasta qué punto el Gobierno de Javier Milei depende hoy del aval financiero y político de los Estados Unidos. El secretario del Tesoro norteamericano, Scott Bessent, confirmó que el Tesoro “compró directamente pesos argentinos” e informó la firma de un swap de divisas por u$s20.000 millones con el Banco Central de la República Argentina (BCRA).

El anuncio fue presentado como un respaldo “excepcional” al esquema cambiario argentino, pero en los hechos supone una nueva forma de intervención externa sobre el sistema financiero nacional. La operación fue ejecutada en parte a través del Banco Santander, que —según admitió una fuente a La Nación— realizó ventas de dólares en el mercado local por cuenta y orden del Tesoro de Estados Unidos.

“El Tesoro de los Estados Unidos está preparado, de inmediato, para tomar las medidas excepcionales que sean necesarias para estabilizar los mercados”, declaró Bessent en su mensaje por la red X, ratificando el compromiso del gobierno de Donald Trump con el Ejecutivo argentino.

Respaldo político y condicionamientos de Estados Unidos a Milei

El funcionario norteamericano, alineado con la administración republicana, elogió los “sólidos fundamentos económicos” y los “cambios estructurales” impulsados por Javier Milei, a los que calificó como señales de “liderazgo económico bajo la visión de América Primero”. Esa frase no pasó inadvertida: el respaldo llega acompañado de un discurso geopolítico que subordina la política económica argentina al proyecto trumpista.

En paralelo, Bessent aseguró que “la banda cambiaria sigue siendo adecuada”, en una clara validación del esquema que Luis Caputo defendió ante el FMI pese a las presiones internas por modificarlo.

Pero detrás del gesto político se oculta un dato clave: Argentina contrae una nueva deuda en dólares bajo control extranjero, cuya letra chica aún no fue difundida. La magnitud del swap y la inusual compra de pesos por parte de un gobierno extranjero revelan una intervención directa de Washington en el mercado local, inédita desde la convertibilidad.

Mientras el Gobierno mantiene hermetismo sobre los términos del acuerdo, crece la preocupación por la falta de transparencia y por la posible pérdida de autonomía del Banco Central. En Washington, Caputo evitó dar precisiones sobre la tasa, los plazos y las condiciones del swap, aunque admitió que “Argentina enfrenta un momento de grave iliquidez”.

En ese contexto, el “auxilio” de Donald Trump se inscribe más como una estrategia de alineamiento político que como un plan de recuperación económica. El respaldo de Estados Unidos, lejos de ser gratuito, podría implicar compromisos futuros en materia de comercio, energía y seguridad, donde la Casa Blanca busca reafirmar su influencia regional frente a China.

Una ayuda con costo político

La intervención del Tesoro estadounidense —ejecutada a través de bancos privados y con el visto bueno de Trump— marca un punto de inflexión en la relación entre ambos países. Si bien ofrece un alivio inmediato para el mercado cambiario, profundiza la tutela externa sobre las decisiones económicas de la Argentina, en un escenario socialmente crítico y de fuerte recesión interna.

Con información de Ámbito y La Nación.

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