Como cada miércoles, los jubilados y jubiladas volvieron a concentrarse frente al Congreso de la Nación para reclamar por sus derechos previsionales. Y, una vez más, la jornada terminó en represión. La Policía de la Ciudad, que responde políticamente a Jorge Macri y actúa bajo las órdenes de la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, desplegó un amplio operativo que culminó con heridos y al menos tres detenidos, entre ellos un fotoperiodista y un adulto mayor.
Según denunciaron quienes participaron de la protesta, los efectivos aplicaron nuevamente el denominado “protocolo antipiquetes”, una herramienta utilizada de forma sistemática por la Ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, para disuadir y criminalizar la protesta social, incluso cuando se trata de manifestaciones pacíficas de sectores vulnerables.
Entre los detenidos se encuentran Fabricio Fisher, fotógrafo que cubría la movilización, y Víctor Amarilla, un jubilado que asiste cada semana a las protestas. Testigos señalaron que Amarilla fue esposado violentamente contra el piso, mientras otro joven con la camiseta de Argentina también era reducido por la Policía.
La represión dejó varios heridos y una fuerte conmoción entre los manifestantes. “Nos golpearon sin razón, sólo por reclamar lo que nos corresponde”, denunciaron los adultos mayores, que aseguran vivir una situación desesperante ante la pérdida constante del poder adquisitivo de sus haberes.
«Son todos cobardes, defienden a los narcos, esa es la Policía», gritó el jubilado Víctor Amarilla tras ser detenido en la concentración que cada miércoles realizan los jubilados en Congreso. pic.twitter.com/tSGZ78sC2W
— La Izquierda Diario (@izquierdadiario) October 8, 2025
El reclamo de los jubilados
Los jubilados se concentran todos los miércoles en las inmediaciones del Congreso para reclamar una jubilación digna, con haberes que superen la línea de pobreza y les permitan cubrir sus necesidades básicas. Muchos aseguran que hoy deben “elegir entre remedios o comida”, producto del ajuste y la inflación.
Entre los principales pedidos también figura la restitución de la moratoria previsional y la cobertura total de medicamentos, beneficios que el actual Gobierno de Javier Milei fue recortando en el marco de su política de reducción del gasto público.
Las protestas, que se repiten desde comienzos de año, cuentan con el acompañamiento de organizaciones sociales, sindicatos y ciudadanos autoconvocados, que ven en los jubilados un símbolo de resistencia frente al avance de un modelo económico que —según denuncian— profundiza la desigualdad y el empobrecimiento.
La “normalización de lo inhumano”
Desde diferentes sectores, calificaron la represión de este miércoles como una nueva muestra de la “normalización de lo inhumano”. La expresión, utilizada por organismos de derechos humanos, apunta al uso sistemático de la fuerza estatal para acallar reclamos legítimos, especialmente cuando provienen de los sectores más afectados por las políticas de ajuste.
“El Gobierno no tiene respuestas para los jubilados, sólo represión”, remarcaron referentes sindicales. Aseguran que Patricia Bullrich ha convertido el espacio público en un territorio hostil para la protesta, bajo el argumento de mantener el orden, pero con un claro propósito político: disuadir cualquier expresión de disenso.
➡️ La policía de Bullrich reprime brutalmente a los manifestantes en el Congreso https://t.co/cWXDFpfAA7 pic.twitter.com/TXhCrE8S08
— Al Toque (@altoque_ok) October 8, 2025
Un modelo sostenido en la violencia
El accionar de las fuerzas de seguridad frente al Congreso se enmarca en una estrategia más amplia del Gobierno de Javier Milei, que combina ajuste económico, concentración de poder y represión. Ante la falta de resultados en materia social y económica, la gestión libertaria recurre —según denuncian distintas organizaciones— a la violencia institucional como herramienta de control político.
Los sectores más golpeados por el ajuste —jubilados, trabajadores de la salud, de la educación, la ciencia y los medios— son también los más reprimidos. La política del “orden” impulsada por Bullrich consolida así un clima de tensión social creciente, en el que reclamar se convierte en un riesgo.
Otra jornada de represión frente al Congreso deja una imagen cada vez más habitual en la Argentina actual: adultos mayores gaseados, fotógrafos detenidos y un Estado que elige la fuerza en lugar del diálogo. Mientras tanto, los jubilados prometen volver el próximo miércoles, una vez más, a defender su derecho a vivir con dignidad.
Con información de Minuto Uno, La Izquierda Diario, Conclusión.
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