La sesión parlamentaria del 20 de agosto se presentaba como histórica: el proyecto de ley 1638/25, que restituía la cláusula gatillo para docentes, había llegado al recinto tras semanas de presión gremial. Sin embargo, lo que debía ser un avance en derechos salariales terminó en un bochorno legislativo.
A propuesta del diputado de Juntos por el Cambio Iván Gyoker, y con el aval de la presidenta del Cuerpo, Carmen Delgado, el oficialismo impuso a mano alzada el archivo del proyecto. La votación se realizó sin los dos tercios que exige el reglamento para generar un nuevo despacho en el recinto.
El diputado Darío Bacileff Ivanoff advirtió en ese momento: “No daban los dos tercios para constituir la Cámara en Comisión. Este Cuerpo debía abocarse a votar los despachos que generó la Comisión de Educación: aprobatorio o en cartera, no había otro despacho. Nuevamente vamos a tener que recurrir a otro Poder del Estado para proteger y defender la institucionalidad”.
La promesa rota del oficialismo
La cláusula gatillo fue una bandera electoral del propio gobernador Leandro Zdero, quien en campaña la defendió como mecanismo de protección frente a la inflación. Hoy, su espacio político la entierra en el Parlamento, priorizando el ajuste por sobre la palabra empeñada.
El diputado del NePAR, Juan José Bergia, fue tajante: “Se dice una cosa cuando se está de un lado del mostrador y otra cuando se está del otro lado. Ese es el problema, no tener la suficiente capacidad y coherencia de analizar y sostener en el tiempo”.
Por su parte, el diputado justicialista Santiago Pérez Pons señaló: “Si quienes hoy gobiernan no pueden hacer frente a una política pública que representa solo el 1,7% del presupuesto, no están capacitados para gobernar”.
La legisladora Pía Cavana fue más directa: “Entendemos que el derecho de la recomposición salarial docente no se negocia. No es una opción política, es una opción constitucional”.

Gremios en pie de lucha
Los gremios docentes presentes vivieron la sesión con indignación. El proyecto archivado no solo reactivaba la cláusula gatillo, sino que garantizaba por ley la actualización trimestral de haberes según el IPC del NEA y la obligación de destinar un 33% del presupuesto provincial a educación.
La diputada Tere Cubells recordó que los gremios entregaron un petitorio en el que denunciaban: “Desde que asumió la gestión solo se circunscribió al pago de la cláusula hasta abril, sin otorgar aumento salarial desde el 10 de diciembre de 2023”.
El legislador Rubén Guillón también fue contundente: “Los dirigentes gremiales defendieron la cláusula gatillo como mérito exclusivo de la lucha docente. No conocen la voz del Gobernador”.

Una batalla contra el oficialismo de Leandro Zdero que se traslada a la Justicia
Tras el escándalo, la oposición anunció que acudirá a la Justicia. Bacileff Ivanoff habló de “gravedad institucional” y Slimel acusó al oficialismo de “diluir el pedido docente y manosear el reglamento”.
En el cierre del debate, la diputada Mariela Quirós apuntó directamente al oficialismo: “A esta crisis en la que estamos nos metieron ustedes cuando se aliaron a un gobierno hambreador que lleva adelante un ajuste brutal sobre los trabajadores”.
El archivo de la cláusula gatillo no es solo una derrota legislativa para los docentes, sino la confirmación de que el oficialismo chaqueño gobierna bajo la lógica del ajuste y el desprecio institucional. Lo que debía ser una herramienta de justicia salarial terminó convertido en un símbolo de incumplimiento, retroceso democrático y traición a los trabajadores de la educación. Ahora, la pulseada se traslada a los tribunales, pero la herida política ya está abierta.
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