La situación energética plantea un panorama preocupante en el NEA para este verano: la Nación anunció que habrá cortes de luz rotativos mientras Chaco y Corrientes están en emergencia energética hasta el 2026. Por ello, cobra más relevancia el restablecimiento de la interconexión internacional Clorinda-Guarambaré, un tendido de 220 kV que permitiría sumar hasta 150 megavatios de energía paraguaya al Sistema Argentino de Interconexión (SADI), que pese a ser una obra clave está paralizada por decisión del Gobierno nacional, que insiste en mantenerla inhabilitada.
En cuanto a la emergencia energética, tanto Chaco como Corrientes la prorrogaron hasta el 2026. Estos instrumentos resaltan problemas estructurales por las “limitaciones del mercado eléctrico argentino para el mantenimiento y ejecución de obras imprescindibles” a través de decretos firmados por sus gobernadores Leandro Zdero y Gustavo Valdés. En el caso de Chaco, a través del decreto 2025-30 APP, la emergencia se extiende hasta el 6 de enero de 2026; mientras que Corrientes la establece hasta mayo, en atención a las altas temperaturas que provocan un aumento del consumo.
Ante la situación preocupante para la región la Secretaría de Energía de la Nación no ofrece solución alguna, y solamente se limita a sincerar la posibilidad de que habrá cortes masivos, como bien lo indicó el miércoles pasado en un foro empresarial la funcionaria María del Carmen Tettamanti, donde sostuvo que “no hay suficiente potencia instalada como para pasar los picos de la demanda eléctrica en forma tranquila” y se llevarán a cabo “medidas paliativas” en el marco de su Plan de Contingencia que prevé interrupciones de energía, mientras se impulsa la privatización del sistema como única solución.
La falta de respuestas nacionales da mayor fuerza al pedido regional para que sea restablecida la interconexión mencionada. En ese sentido se pronunciaron las empresas distribuidoras de las provincias de Formosa, Chaco y Corrientes que solicitaron al Gobierno Nacional el restablecimiento de la Interconexión Eléctrica Internacional Clorinda–Guarambaré. Según las autoridades provinciales, esta obra es clave para aliviar el déficit de generación que golpea con especial fuerza al NEA, pero su reactivación se encuentra trabada por una decisión política de la Secretaría de Energía de la Nación.
El reclamo se formalizó en una nota dirigida a la Secretaría de Energía de la Nación, tras una reunión en la que participaron los presidentes de REFSA (Formosa), Fernando de Vido; de SECHEEP (Chaco), Hilario José Bistoletti y de la Dirección Provincial de Energía de Corrientes (DPEC), Alfredo Aun. Allí, los representantes mostraron su desacuerdo en que Nación traslade el megatransformador principal de la estación, desde Clorinda hacia Mendoza, una pretensión que dejaría a la interconexión inhabilitada, alejando la posibilidad de evitar los cortes de energía anunciados por Nación para el verano.
La interconexión, señalan, es “esencial para minimizar los colapsos en el sistema eléctrico regional ante las elevadas temperaturas y altos consumos que se aproximan en el periodo estival; preservar la calidad del servicio y minimizar cortes o interrupciones que afectarían a hogares, comercios, industrias y servicios esenciales del NEA y garantizar la seguridad energética de una zona históricamente vulnerable a contingencias por su ubicación geográfica y dependencias de puntos clave de interconexión”. Pese a este panorama, el Gobierno nacional insiste con trasladar el megatransformador, mientras sigue paralizando la obra para restablecer el vínculo internacional.
Una obra clave que Formosa ofreció financiar
La interconexión Clorinda–Guarambaré quedó fuera de servicio en 2019, cuando una embarcación chocó contra la Torre 80 en el lado paraguayo. Desde entonces, la línea internacional permanece inactiva, aunque Paraguay —a través de la Administración Nacional de Electricidad (ANDE)— confirmó recientemente que puede exportar de inmediato hasta 150 MW al sistema argentino por esa vía una vez restablecida.
Pese a la magnitud del beneficio, la obra para su reparación no avanza. Durante el gobierno de Alberto Fernández se había licitado la reconstrucción con un presupuesto superior a los 5.000 millones de pesos, pero la llegada de la gestión de Javier Milei implicó la suspensión del financiamiento de todas las obras públicas nacionales, incluida esta.
Formosa ofreció financiar la reparación con recursos propios, solicitando luego ser compensada mediante los pagos que la provincia realiza mensualmente a CAMMESA por la compra de energía mayorista. Sin embargo, la propuesta nunca obtuvo respuesta por parte de la Secretaría de Energía nacional, que además busca trasladar el megatransformador a Mendoza.
Emergencia energética y obras canceladas
Desde que asumió Javier Milei se cancelaron proyectos por más de 4.000 millones de dólares, incluyendo la licitación para construir 3.000 MW de generación térmica en todo el país, de los cuales 240 MW iban a instalarse en Formosa.
También se paralizaron obras estratégicas como:
- Las plantas térmicas de Formosa Capital e Ibarreta, de 120 MW cada una.
- La ampliación de la línea de alta tensión 132 kV que iba a reforzar el suministro al Gran Formosa, Pirané e Ibarreta, con financiamiento del BID, la AFD y el BEI.
- La línea de media tensión para el acueducto Santa Rita–El Mistolar, destinada a garantizar energía y abastecimiento de agua a más de 30.000 habitantes del oeste formoseño.
El panorama actual, en definitiva, es la consecuencia directa de una política energética basada en el ajuste y la desinversión, ignorando propuestas concretas para optimizar recursos energéticos. Las autoridades de la empresa de energía de Formosa dan un mensaje claro: la energía está disponible, la obra es técnicamente viable y la financiación está asegurada. Lo único que falta es una decisión política desde Nación para llevar a cabo el restablecimiento de esta interconexión vital para Formosa y el NEA.
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