En una época donde la educación está tan bastardeada, la noticia de que Formosa obtuvo el primer lugar a nivel nacional en las Pruebas Aprender 2024 para 3° grado, con un 63,6% de logros esperados, fue un bálsamo al alma. Pero esto no es un milagro ni mucho menos, es el fruto del trabajo sistemático que la Provincia viene desarrollando en materia educativa desde hace años. Es el resultado de políticas públicas sostenidas, de una estrategia pedagógica territorializada y del compromiso cotidiano de docentes, directivos, estudiantes y familias.
La prueba Aprender, organizada por el Ministerio de Educación de la Nación (ahora reducido a Secretaría bajo la gestión de Javier Milei), fue aplicada en noviembre del año pasado a estudiantes de tercer grado en 4.178 escuelas de todo el país y participaron 91.042 estudiantes. En Formosa, participaron 2.334 alumnos de 125 escuelas seleccionadas directamente por Nación, incluyendo establecimientos de gestión estatal, privada y Educación Intercultural Bilingüe (EIB).
Según explicó a la prensa el Subsecretario de Educación de la provincia, Luis Ramírez Méndez, Formosa logró ganar el primer puesto en el ranking nacional en comprensión lectora: un 63,7% de los estudiantes alcanzó niveles satisfactorios o avanzados. En Formosa el 37% de los alumnos se ubicó en el nivel más alto (el 5), muy lejos de los parámetros del resto de las provincias (que en su mayoría no superaron el 20%)

¿Cómo se logró este resultado en una provincia históricamente postergada en el reparto nacional?
La respuesta es la resiliencia formoseña. La provincia, bajo la gestión del Gobernador Gildo Insfrán, mantuvo decisiones que priorizaron la educación incluso cuando el Gobierno Nacional de Javier Milei comenzó a desfinanciar programas claves. Entre las medidas destacadas están:
Pago del FONID (Fondo Nacional de Incentivo Docente)
Mientras el gobierno nacional eliminó el envío de fondos que por ley corresponden a las provincias, Formosa decidió asumir con recursos propios el pago de este incentivo, garantizando así una base salarial más justa para sus docentes.
Sostenimiento de la conectividad educativa y del programa Conectar Igualdad
A pesar de que Nación paralizó completamente la distribución de netbooks y redujo los fondos para infraestructura digital, la provincia continuó dotando a las escuelas de tecnología y conectividad. Esto es por el gran convencimiento de que, hoy en día, la alfabetización digital es parte de una educación integral.
Comedores escolares en funcionamiento pleno
No se puede aprender nada con la panza vacía y hoy la garantía de un plato en las escuelas cumple un papel central. Formosa se hizo cargo y mantuvo en funcionamiento sus comedores escolares a pesar del contexto de adversidad económica y ajuste que se vive.
Presencia territorial real de las autoridades educativas
Según Ramírez Méndez, la gestión provincial optó por una política de cercanía. Las visitas a las escuelas no son meros actos protocolares. “Yo entro en las aulas”, dice el Subsecretario. “Voy sin avisar, converso con los docentes, observo el trabajo de los alumnos, veo cómo se enseña la lectura en tiempo real”.
La provincia cuenta con equipos técnicos que acompañan a los docentes de manera sistemática. Pero, además, se fortalece la formación continua de los educadores con capacitaciones periódicas y experiencias pedagógicas.

Un capital educativo construido en el tiempo
Desde hace más de una década, Formosa ha apostado a una educación inclusiva y de calidad, con inversiones en infraestructura, materiales didácticos y, por supuesto, en la formación docente. Es más, en marzo, el Gobernador Gildo Insfrán habilitó 3 nuevos establecimientos y alcanzó las 1513 obras educativas inauguradas en su gestión.
Es más, Formosa cuenta con una acción política de estricta justicia social que es única en el país y que la materializa año a año al comenzar las clases: la entrega de kits escolares. En marzo de este año se entregaron 200.000 kits de útiles escolares en toda la provincia, 90.000 pares de zapatillas y 100.000 guardapolvos para los alumnos de Inicial y Primario y los docentes de esos niveles.
Lastimosamente, los planes educativos de la provincia podrían ser mucho más efectivos si desde el Gobierno Nacional no pasaran la motosierra a cada rato. “Hoy no está más el programa Juana Mando (para estimular la lectura), lo eliminaron. El Gobierno de Milei eliminó muchísimas cosas, incluso nos cercenó derechos como el incentivo docente, la extensión horaria, la conectividad. Gracias a nuestro Gobernador, esos ítems siguen vigentes en Formosa”, señaló Ramírez Méndez.
Lejos de verla como un gasto, la educación se ve como un derecho en Formosa. Mientras en otros territorios más afines al Gobierno Nacional se resienten programas, se recortan becas y se suspenden obras escolares, en Formosa se construyen escuelas, se amplían aulas, se mantienen bibliotecas activas y se capacita al personal.
Comprender lo que se lee: la base de todo aprendizaje
Ahora, hablemos de la comprensión lectora. No se trata de una habilidad más, sino que es una competencia o herramienta necesaria para todas las áreas del conocimiento. Saber leer no es solamente decodificar palabras, es entender que se dice, poder interpretarlo, jerarquizar ideas y comprender, de lleno, un mensaje. No se trata sólo de leer, se trata de saber pensar.
“Se siguen aplicando técnicas como las notas marginales, el subrayado, la identificación de ideas principales. Pero también sumamos nuevas metodologías, como el trabajo por capacidades”, explicó el Subsecretario en la entrevista. Pero ésto no se aprende solamente en el aula, sino que necesita acompañamiento familiar, escuelas equipadas y políticas públicas que garanticen la igualdad de condiciones para aprender.
Formosa: un modelo a seguir
El éxito de Formosa no debería verse como una excepción, sino como una invitación a mirar más allá de los prejuicios. Durante años, la provincia fue estigmatizada en los medios porteños como un territorio “atrasado” o “dependiente del Estado”. Sin embargo, cuando se mide con las reglas de juego que ellos mismos impusieron, Formosa lidera.
En plena era del “gasto cero” y del desmantelamiento de políticas públicas, Formosa demuestra que la inversión en educación rinde frutos concretos. No en términos abstractos, sino en resultados medibles. Niñas y niños que comprenden lo que leen no son solo estudiantes con mejores calificaciones: son ciudadanos más críticos, más preparados para afrontar los desafíos de su tiempo y, ahí sí, más libres.
Mientras Nación serrucha, Formosa se anima a crecer. Mientras se debilita el rol del Estado nacional, una gestión local lo fortalece. Y mientras muchos se preguntan cómo hizo Formosa para estar primera, la respuesta está a la vista: trabajo, compromiso y la firme decisión política de que educar es gobernar.
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