Un informe del Centro de Investigaciones Financieras (CIF) reveló que las expectativas de inflación son más altas entre los hogares de menores ingresos, una tendencia que se mantiene por segundo mes consecutivo y que se profundiza en abril.
Según los datos relevados entre el 3 y el 11 de abril de 2025, las familias con menores recursos proyectan una inflación del 42,8% para los próximos 12 meses. Esto implica un aumento de 2 puntos porcentuales respecto al mes anterior (40,8%). En cambio, los hogares de mayores ingresos estiman una inflación del 40,5%, apenas por encima del 4,3% registrado en marzo.
El estudio también revela que estos porcentajes coinciden en aquellos hogares con distintos niveles educativos: quienes tienen estudios terciarios o universitarios proyectan una inflación del 40,5%, mientras que entre quienes tienen secundario completo o menos, la expectativa es del 42,8%. A nivel nacional, la inflación esperada para los próximos 12 meses se ubica en el 41,3%, y en un 4,55% en términos mensuales.
¿Dónde se espera más inflación?
El informe del CIF, que incluye datos de Capital Federal, el Gran Buenos Aires y el interior del país, muestra un panorama desigual por regiones:
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Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA): pasó de 38,7% a 44,5% (+5,8 puntos porcentuales)
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Provincias del interior: subió de 39% a 39,8%
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Gran Buenos Aires (GBA): bajó de 43,7% a 43,1%
La encuesta se realizó en la Ciudad de Buenos Aires y localidades del conurbano, además de ciudades del interior como Resistencia, Goya, Corrientes, Eldorado y Montecarlo. En total, se entrevistó a 1.000 personas.
Alimentos: el gasto que más pesa en los sectores populares
El análisis se complementa con datos de la consultora Ecolatina, que indican que los hogares de menores ingresos destinan una mayor proporción de su dinero al consumo de alimentos y bebidas. Este patrón de consumo intensifica la percepción inflacionaria, ya que los aumentos en este rubro impactan de forma directa en su economía diaria.
En marzo, según el INDEC, los precios de alimentos y bebidas no alcohólicas subieron un 5,9%, mientras que el rubro Educación tuvo un alza del 21,6%, con lo cual el dato sobre las expectativas según las diferencias educativas mencionado anteriormente cobra relevancia, afectando especialmente a familias con hijos en edad escolar.
Este escenario confirma que la percepción de los sectores más vulnerables continúa siendo de deterioro, una situación que puede condicionar tanto sus decisiones de consumo como sus expectativas de recuperación económica.
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