Yo hago ravioles, ella hace ravioles. Trump firmó una orden ejecutiva que prohíbe los procedimientos de reasignación de sexo en menores de 19 años, Milei firma un decreto para prohibir los procedimientos de asignación de sexo en menores de 18 años. En Argentina, la Ley de Identidad no permite las cirugías de reasignación para menores de 18 años, así que el decreto y comunicado no es mucho más que una pantalla de humo y un ataque a los adolescentes trans.
Una cosa son las cirugías de reasignación de género y después están los tratamientos hormonales, que no requieren tratamiento quirúrgico. El Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 62/2025, de Milei también prohíbe estos para menores de 18 años, pero ¿de qué estamos hablando realmente?
¿Qué son los tratamientos hormonales?
Los tratamientos hormonales, también conocidos como hormonización o terapia hormonal cruzada, son intervenciones médicas que permiten a las personas trans modificar su cuerpo para que se alinee con su identidad de género.
Dependiendo de si la persona busca feminizar o masculinizar su cuerpo, los tratamientos hormonales incluyen el uso de estrógenos o testosterona, respectivamente, y en algunos casos, bloqueadores de hormonas sexuales. Estos tratamientos se administran bajo supervisión médica para evitar efectos secundarios no deseados y asegurar que la transición física sea lo más saludable posible.
1. La Ley de Identidad no permite las cirugías de reasignación para menores de 18 años. #Mileimiente 2. El gobierno no puede cambiar una ley, ni prohibir nada a través de declaraciones de su vocero.
— Federación Argentina LGBT+ (@FALGBT) February 5, 2025
La Ley de Identidad de Género
En Argentina, la Ley de Identidad de Género, sancionada en 2012, garantiza el derecho a la identidad de género de todas las personas, permitiéndoles el acceso a tratamientos médicos para adecuar sus cuerpos a la identidad de género autopercibida. Pero la ley establece que sólo las personas mayores de 18 años pueden acceder a tratamientos hormonales y cirugías de afirmación de género sin necesidad de autorización judicial.
En cuanto a los menores de edad, la ley establece que deben contar con el consentimiento de sus tutores y con la autorización de un juez para acceder a estos tratamientos. Esto es así desde siempre. El requisito siempre ha sido clave para proteger a los menores y asegurar que sus decisiones fueron tomadas con el acompañamiento de sus familias y profesionales.
El decreto de Milei y los adolescentes trans
El DNU 62/2025, impulsado por el gobierno de Javier Milei, propone modificar la Ley de Identidad de Género para prohibir el acceso a tratamientos hormonales y cirugías de afirmación de género a menores de 18 años. Según el gobierno, estas intervenciones suponen un «grave riesgo» para la salud física y mental de los adolescentes, quienes no tendrían la «madurez cognitiva» necesaria para tomar decisiones sobre tratamientos irreversibles que podrían afectar su proceso de maduración.
El tema es, que como ya dijimos, las cirugías no estaban permitidas para menores de 18 años. Por otro lado, los tratamientos hormonales, especialmente en la adolescencia, son considerados como intervenciones reversibles que permiten a los adolescentes experimentar una transición gradual, en lugar de ser decisiones permanentes. Estos tratamientos se interrumpen si la persona decide no continuar con la transición.
En la Ciudad de Buenos Aires, 4 adolescentes trans presentaron una acción de amparo contra el DNU 62/2025. La demanda, impulsada por el Frente Nacional Orgullo y Lucha, cuenta con el patrocinio jurídico del constitucionalista Andrés Gil Domínguez y el apoyo técnico de la experta en derechos de infancia y género Marisa Herrera. El escrito solicita una medida cautelar que les permita continuar con sus tratamientos, para evitar así “los graves perjuicios que su interrupción abrupta podría causar en su desarrollo y bienestar”.

Los tratamientos hormonales en menores de 18 años
Quienes aplaudieron la medida de Milei afirman que existen centros de hormonización masiva que estarían realizando tratamientos a menores sin control. La realidad no podría estar más alejada de eso. Para empezar, la logística que significaría esta medida es algo completamente disparatado y segundo, datos demuestran que los tratamientos hormonales en adolescentes son limitados y se realizan bajo estrictas condiciones médicas.
Según informes del Ministerio de Salud bonaerense, los Consultorios de Diversidad en la Provincia de Buenos Aires, por ejemplo, ofrecen únicamente acompañamiento psicológico y atención de salud mental para los adolescentes trans. De 4.200 personas que se atienden en los consultorios, solo 50 menores entre 16 y 17 años realizan tratamientos de inhibición puberal, un procedimiento que es reversible y que tiene como objetivo darles tiempo para tomar decisiones informadas sobre su transición.
La mayoría de los adolescentes que acceden a estos tratamientos lo hacen con el consentimiento de sus padres y con el acompañamiento de profesionales de la salud que evalúan los riesgos y beneficios de cada caso de manera individualizada. Es importante destacar que, en ningún caso, se realizan cirugías de afirmación de género en menores de 18 años, tal como lo señala la ley vigente.
El retroceso en los derechos trans
La Federación Argentina LGBT+ y otras organizaciones defensoras de los derechos de la comunidad trans señalaron que el DNU viola principios fundamentales establecidos en la Constitución Nacional, como la autonomía progresiva de los adolescentes y el derecho a la no discriminación por motivo de género.
Además, es evidente que la prohibición de los tratamientos hormonales para menores de edad no responde a datos médicos, sino a una visión ideológica del gobierno. Los estudios científicos respaldan que el acceso a los tratamientos hormonales en la adolescencia puede tener efectos profundamente positivos en la salud mental y emocional de los adolescentes trans, al permitirles vivir de acuerdo con su identidad de género y evitar los trastornos derivados de la disforia de género.
El riesgo de la prohibición para los adolescentes trans
Para los adolescentes trans, la imposibilidad de acceder a estos tratamientos puede aumentar la disforia de género y los problemas de salud mental. Varios estudios internacionales han demostrado que los adolescentes trans que tienen acceso a tratamientos de afirmación de género experimentan una mejora significativa en su bienestar emocional, en comparación con aquellos que no tienen acceso a estos tratamientos.
Recapitulando, esta decisión significa tanto un ataque directo a los derechos de las minorías y colectivos de diversidades sexuales sino que también pone en peligro la vida de quienes más necesitan el apoyo del sistema de salud. Interrumpir abruptamente los tratamientos hormonales es muy peligroso, puede tener graves consecuencias en el bienestar físico y psicológico de las personas.
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