A pesar de que el Ministro de Economía, Luis «Toto» Caputo, insiste en que el Gobierno no está en un callejón sin salida, múltiples indicios sugieren que el Fondo Monetario Internacional (FMI) está presionando a la administración de Javier Milei para que implemente una devaluación del peso y levante el cepo cambiario como condiciones para cerrar un nuevo acuerdo con financiamiento.
Este escenario coloca al Ejecutivo en una encrucijada: necesita desesperadamente dólares frescos, pero no puede tomar medidas drásticas antes de las elecciones legislativas debido al riesgo de consecuencias impredecibles. Por ello, el Gobierno negocia con el organismo un plan en dos etapas, donde el ajuste más fuerte llegaría después de los comicios de octubre.
Según fuentes oficiales consultadas, Caputo busca un acuerdo similar al Acuerdo de Facilidades Extendidas (EFF, por sus siglas en inglés) firmado por Martín Guzmán durante la gestión de Alberto Fernández. Este esquema incluiría un primer desembolso para cubrir vencimientos de deuda y una segunda fase, condicionada a reformas estructurales, que se activaría después de las elecciones. El objetivo es garantizar financiamiento inmediato mientras se pospone la salida del cepo y la devaluación exigida por el FMI.
La urgencia de un acuerdo con el FMI
El gobierno nacional trata de descartar cualquier indicio de urgencia y camino a inestabilidad, pero las pruebas están a la vista. A pesar de haber tenido un blanqueo de capitales exitoso y mantener un superávit fiscal, no se han acumulado reservas del Banco Central (BCRA) de manera significativa, por lo que cabe preguntarse ¿a dónde se van los dólares?
Sumado a esto, Argentina enfrenta vencimientos de deuda en moneda extranjera por USD 18.067 millones en 2025, con pagos críticos como los USD 4.360 millones de bonos soberanos abonados en enero de este año. Estos compromisos ejercen una presión constante sobre las reservas, contrarrestando los efectos positivos de otras medidas económicas.
Las reservas netas del BCRA cerraron 2024 en terreno negativo, con un déficit estimado en USD 2.830 millones, que se eleva a USD 5.160 millones si se descuentan los pagos comprometidos a los títulos Bopreal, y a USD 11.170 millones si se restan los depósitos en moneda extranjera. Aunque el BCRA ha comprado divisas en el mercado de cambios, las reservas internacionales brutas aún no superan los USD 31.000 millones, en parte debido a los pagos realizados al FMI.
Para fortalecer las reservas, el Gobierno ha recurrido a préstamos repo por USD 1.000 millones de bancos internacionales y evalúa otras opciones de financiamiento, como acuerdos con fondos de inversión o un nuevo programa con el FMI. Sin embargo, las compras netas de dólares en 2025 son la mitad de las registradas en 2024, lo que refleja la dificultad para acumular divisas.
El problema del atraso cambiario
Y para colmo, la política cambiaria del gobierno de Javier Milei no ayuda a calmar el uso de reservas, sino que la estimula. Un peso sobrevaluado encarece los productos argentinos en el exterior, reduciendo la competitividad de las exportaciones y limitando el ingreso de dólares al país.
Además, un tipo de cambio bajo abarata las importaciones, aumentando la demanda de divisas y ejerciendo más presión sobre las reservas. Este atraso cambiario también dificulta la eliminación del cepo, ya que no se están acumulando las reservas necesarias para sostener una apertura cambiaria.
Juan Graña, investigador del CONICET, explicó que la política de «atrasar el dólar» para controlar la inflación complica aún más la salida del cepo, ya que no permite la acumulación de reservas. Además, un tipo de cambio bajo incentiva a los argentinos a gastar dólares en el exterior, mientras que desalienta el turismo extranjero, lo que también afecta negativamente la entrada de divisas.
El carry trade (tomar deuda en dólares para invertir en pesos) ha ayudado a mantener la estabilidad cambiaria, pero depende de que las expectativas de devaluación se mantengan bajo control. El atraso cambiario, sumado a otros factores, podría generar incertidumbre y desanclar estas expectativas, dificultando aún más la acumulación de reservas.
Las exigencias del FMI
Para un nuevo acuerdo, el FMI le ha planteado al Gobierno de Milei varias condiciones. En primer lugar, el organismo solicita una salida del cepo para 2025, aunque respetando los tiempos del Ejecutivo. Además, exige mayor claridad sobre la política cambiaria, considerando que el dólar oficial está atrasado. El FMI también insiste en la necesidad de fortalecer las reservas y aplicar políticas fiscales, monetarias y cambiarias coherentes.
– Milei ayer: “Si logramos un acuerdo con el FMI LEVANTAMOS el cepo”
– Caputo hoy: “Un acuerdo con el FMI NO SIGNIFICA levantar el cepo” pic.twitter.com/VoNTAkRrjS
— Mati Aromi (@MatiAromi) February 6, 2025
Esto pone a Milei y Caputo en una encrucijada, ya que se espera que sea el acuerdo el que genere los fondos para poder salir del cepo. Además, el gobierno intenta mantener la política cambiaria al menos durante el año electoral para poder tener el mejor resultado posible durante las elecciones.
Las advertencias de Domingo Cavallo
A pesar de esto, varios economistas advierten que mientras el gobierno insista en mantener la política cambiaria, cualquier acuerdo con el FMI será insuficiente. Uno de estos es el exministro de Economía quien Milei solía admirar, Domingo Cavallo.
En su último blog, Cavallo señaló que aunque un préstamo del FMI podría acelerar la salida del cepo, no garantizaría un aumento significativo de las reservas netas. «Todas las especulaciones sobre el monto del desembolso son relevantes, pero no significarán un aumento de las reservas netas como el que se necesita para eliminar el cepo«, afirmó.
LA HISTORIA SE REPITE ( Cavallo&Milei) El FMI pidió un dólar único de $ 1600 y no hubo acuerdo Milei rogo lo ayudarán llegar a las elecciones Le contestaron » Le dimos a Macri 45 mil millones para las elecciones y perdió Ya no nos interesa Trata de llegar con mentira económica pic.twitter.com/9ehzXySNec
— 𝕾𝖎𝖉𝖓𝖊𝖞 𝕮𝖆𝖗𝖙ó𝖓 (@sidneycarton74) February 5, 2025
Así también, Ariel Maciel, periodista de Editorial Perfil, advirtió que sin exportaciones fuertes, Argentina seguirá dependiendo del financiamiento externo, «un recurso limitado y que eventualmente deberá ser devuelto«. La consultora Equilibra, liderada por Martín Rapetti, señaló que el FMI sigue considerando que la deuda argentina es «sostenible pero no con alta probabilidad»
En este contexto, el Gobierno y el FMI parecen estar en un juego de dependencia mutua: el Ejecutivo necesita desembolsos para levantar el cepo, mientras que el FMI exige la eliminación del cepo para liberar los fondos. La posibilidad de un acuerdo parcial o stand-by para afrontar los vencimientos de deuda de este año sigue sobre la mesa, pero la solución definitiva parece estar aún lejos.
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