La Defensoría del Pueblo de la Provincia de Formosa advirtió que, con los nuevos cuadros tarifarios publicados por la Secretaría de Energía en el Boletín Oficial, las facturas de luz para usuarios de menores ingresos podrían superar los $132.000. Esta situación afecta especialmente a los sectores N2 y N3, quienes deberán abonar los excedentes de consumo a tarifas plenas.
Según el Ombudsman Provincial, Dr. José Leonardo Gialluca, los nuevos topes de consumo subsidiados quedan en 350 kWh para los hogares de menores ingresos y 250 kWh para los de ingresos medios. El excedente será facturado a $132,96 por kWh más IVA, un costo significativamente mayor que el vigente hace un año, cuando el precio era de $13,20 por kWh.

Durante 2024, los ajustes en los costos de generación y transporte energético alcanzaron hasta un 350%, impactando de lleno en las economías de las familias formoseñas. Actualmente, los 188.000 usuarios residenciales de REFSA enfrentan facturas de luz inéditas, incluyendo 50.000 familias de bajos recursos que han perdido la tarifa social.
El Dr. Gialluca también cuestionó el trato desigual para las provincias del Norte Grande, que sufrieron una reducción del 50% en los beneficios tarifarios mientras se mantienen subsidios diferenciados para el AMBA y el sur del país. Las reiteradas solicitudes para equiparar los subsidios en zonas cálidas no han sido atendidas por el Congreso.
Ante esta situación crítica, la Defensoría del Pueblo y REFSA ofrecen modalidades de pago alternativas. Entre ellas destacan las cuotas sin intereses con tarjetas de crédito como Naranja y Chigüe-Cabal, así como planes de pago con intereses mínimos. Estas facilidades buscan aliviar el impacto financiero de los altos costos de la energía.

Los usuarios con tres facturas de luz impagas podrán suscribir compromisos de pago, abonando un 30% inicial y el saldo en hasta seis cuotas. Estos trámites pueden realizarse en las oficinas de Refsa o en la Defensoría del Pueblo, ubicadas en Padre Patiño Nº 831 de la ciudad capital.
La falta de inversión en infraestructura también agrava el panorama. Durante 2025, se esperan cortes recurrentes en el suministro eléctrico, complicando aún más la vida de miles de hogares afectados por estas subas tarifarias.
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