“Si sos un jubilado arriba de no sé cuántos años es casi seguro que te vas a morir”, contestaba la ex-Canciller, Diana Mondino, ante la mirada atónita de Mirtha Legrand. Ésto sucedió en marzo. 9 meses más tarde, un jubilado intentó prenderse fuego en una sede de PAMI por la suspensión de la entrega de medicamentos. Parece que las palabras de Mondino fueron más que una simple provocación.
A medida que avanzaba el primer año de Javier Milei, sus políticas comenzaron a materializarse en medidas cada vez más perjudiciales para los jubilados. El ajuste fiscal pegó de lleno en los hogares, pero más aún en los jubilados. ¿Cómo fue la crónica de estos últimos meses para quienes ya han trabajado toda su vida y que ahora enfrentan un futuro incierto?

Enero 2024: comienza el ajuste
La fórmula de movilidad jubilatoria fue modificada por el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 274/2024 en marzo de 2024. Sin embargo, ya enero había sido caótico, porque los haberes jubilatorios fueron ajustados por debajo de la inflación acumulada del año anterior. En el primer trimestre del nuevo gobierno, los jubilados percibieron un retroceso en su poder adquisitivo, que llegó a ser de entre un 14% y un 29% en términos reales, dependiendo de si recibían la mínima o si recibían algún bono adicional.
Según Milei, la razón de este ajuste era reducir el déficit fiscal y garantizar la sostenibilidad del sistema previsional. Pero las cifras mostraron que la realidad era otra: el ajuste afectaba directamente el poder adquisitivo de los jubilados, sin ofrecer ningún tipo de compensación. La fórmula ahora vinculada directamente a la inflación, lejos de aliviar la situación, condenaba a los jubilados a una recuperación parcial.
Marzo 2024: recorte del bono compensatorio y congelamiento de la mínima
En marzo de 2024, otro golpe a los jubilados fue el congelamiento del bono compensatorio, que beneficiaba a cerca del 70% de los jubilados con haberes mínimos. Este bono, que hasta ese momento ayudaba a paliar la pérdida de poder adquisitivo, quedó congelado en $70.000, a pesar de la inflación en dólares que experimenta Argentina.
Fueron las jubilaciones más bajas las que perdieron con esta medida, porque perdieron poder de compra mes a mes. Según las proyecciones del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), el bono debería haber aumentado a $122.010, pero el gobierno decidió simplemente dejarlo en su valor original.
Por supuesto que con esta medida los jubilados de la mínima empobrecieron aún más. En septiembre de 2024, la jubilación mínima con bono incluido se encontraba aún 20,3% por debajo del mismo período de 2023. Esta caída del poder adquisitivo se combinaba con un aumento de lo que se conoce como canasta básica y aún falta entrar de lleno en el problema de los medicamentos.

Agosto 2024: represión y veto a la ley de movilidad jubilatoria
A medida que los efectos del ajuste comenzaban a calar hondo en la vida de los jubilados, el descontento creció y las protestas aumentaron en todo el país. Es así como se hizo costumbre que todos los miércoles un grupo de jubilados se movilicen frente al Congreso. Sin embargo, en agosto, el gobierno de Milei respondió con represión.
Con gas pimienta, escudos y porras, la Policía Federal liderada por la Ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, nuevamente dejó a varios jubilados heridos y reprimidos. Esto sucedió cuando Milei anunció que a pesar de que tanto los Diputados como Senadores habían aprobado un aumento del 8,1% para los jubilados, el iba a vetarlo.
Lejos de sentir algún tipo de angustia por el evento, el Presidente decidió festejar con un asado. Los legisladores se vistieron de gala para el evento en la Quinta de Olivos. Se juntaron representantes de La Libertad Avanza, el PRO y la UCR, que permitieron que se apruebe el veto. En la mesa, había vinos de $12.000, casi el mismo monto que les impidieron sumar a los jubilados con el veto de la ley.
Diciembre 2024: el recorte de medicamentos del PAMI y la culminación del ajuste
El golpe de gracia llegó en diciembre. A los jubilados les sacaron los medicamentos gratuitos a través del PAMI (Programa de Atención Médica Integral). A partir de este mes, sólo tendrán derecho a este beneficio los jubilados y pensionados, entre otros que ganen menos de $389.398 (equivalente a 1,5 haberes previsionales mínimos), y para hacerlo, deberán realizar un trámite en la web o de manera presencial.
«Si no tomo los remedios me muero y lo único que me dieron es para que vaya a buscar el SEPELIO directamente», lamenta un jubilado cordobés a un movilero. Medicamentos que antes eran cubiertos en su totalidad por el PAMI, ahora costaban entre $50.000 y $80.000, una suma imposible de afrontar para aquellos que cobran una jubilación mínima que apenas cubre sus necesidades básicas.
💬 El crudo testimonio de un jubilado: «Me quieren cobrar $150 mil y yo cobro $180 mil, la mínima. Si no tomo los remedios ya me voy»
Hasta las 20:00 hs por @C5N y en https://t.co/9fxDe5JViU pic.twitter.com/sbASs9R9ua— C5N (@C5N) December 9, 2024
No sólo hubo una quita de medicamentos sino que además hay que realizar trámites engorrosos online que muchas personas mayores desconocen cómo hacer. Con el trámite online tienen que esperar a la confirmación de parte de PAMI, si lo hacen presencial se los dicen en el momento. En caso de necesitar más de 4 medicamentos tienen que completar un formulario con médico si o si.
Carlos García, Diputado por La Libertad Avanza, dice que se frenó la entrega de medicación a jubilados para que el PAMI vuelva a funcionar «normalmente». No queda en claro cuál es la definición de normal, ya que el PAMI tiene los datos e historia clínica de todos los pacientes, no se entregan medicamentos demás por ningún motivo. Es decir, no había nada que arreglar. Este primer año de Milei cierra con un ataque sistematizado a la dignidad de los jubilados.
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