La navegación por el río Paraguay está condicionada desde hace varias semanas debido al poco caudal de agua que limita su navegabilidad. Ante ello, la Republica del Paraguay, país limítrofe que tiene sus orillas en el río, tomó la peligrosa medida de profundizar lecho del mismo con explosiones, lo que genera la destrucción de diques naturales.
Es por ello que la Defensoría del Pueblo de Formosa solicitó la «urgente intervención» del ministro de Relaciones Exteriores, canciller Gerardo Werthein, y del secretario de Turismo, Ambiente y Deportes, Daniel Osvaldo Scioli.
Según la provincia, los funcionarios nacionales deben impulsar y ordenar, a través de las áreas competentes, las medidas, acciones y gestiones necesarias como urgentes para detener la destrucción de pasos rocosos, los cuales son diques naturales de rocas.
El organismo provincial advirtió que «se viene llevando adelante y de continuarse con estas tareas, modificará para siempre el régimen hidrológico de este curso hídrico internacional, produciendo impactos irreversibles en las poblaciones y comunidades que vivimos aguas abajo y para quienes el río Paraguay es sinónimo de vida».
«Los diques naturales están siendo demolidos con el uso de explosivos, para así profundizar los canales navegables, sin contemplarse los impactos negativos irreversibles en un curso hídrico internacional, donde es necesario que se efectúen estudios técnicos ambientales previos, en el actual contexto de la mayor crisis hídrica y ambiental de Sudamérica, donde se pretende navegar el río Paraguay con barcos de grandes dimensiones», detallaron.
El peligro ambiental del río Paraguay
José Leonardo Gialluca, defensor del pueblo, explicó: «Entendemos como necesario que se convoque al Gobierno de la República del Paraguay a una reunión urgente en el marco del Acuerdo Marco Ambiental del Mercosur, con el objeto de poder acceder a los estudios de impacto ambiental, de existir los mismos, y además, acordar evitar el avance de los proyectos de demolición de los pasos rocosos usando explosivos».
Asimismo, Gialluca enfatizó que con esta medida desde el lado paraguayo se pretenden facilitar la navegación de barcos de mayores dimensiones, pero que estas acciones «no consideran los impactos negativos irreversibles en la hidrología del río Paraguay», y advirtió que las mismas causarán «efectos directos e indirectos negativos a poblaciones como las nuestras, que ya están sufriendo las sequías y la escasa existencia de agua cruda».
Finalmente, el funcionario remarcó que a todo ello se le suma la posibilidad de fuertes procesos de sedimentación con futuras inundaciones, en un contexto climático «antrópico desolador», donde cada día los ecosistemas y la gente disponen de menos agua, como así también, las mayores dificultades para potabilizar la misma y ser distribuida a los usuarios formoseños.
Fuente: El Destape
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