La premisa con la que Javier Milei ganó las elecciones fue la motosierra, pero el problema hoy en día es que el aparato fue usado en la estructura laboral argentina. A pesar de que el enemigo del Presidente es el Estado, su ajuste está teniendo consecuencias devastadoras para todos los sectores.
Desde su victoria electoral, los libertarios han llevado a cabo una serie de medidas económicas y laborales que han resultado en una pérdida masiva de empleos, no solo en el ámbito público, sino también en la vaca sagrada conocida como sector privado.
El ajuste y la pérdida de empleos
La administración de Javier Milei ha implementado un ajuste fiscal brutal que llevó a la reducción significativa en el empleo público. Esto, lejos de ahuyentar ñoquis y algunas otras teorías hipotéticas, ha causado estragos en el sector privado. Porque el privado no puede sustituir a la obra pública, por ejemplo.
Los datos oficiales revelan que por cada puesto de trabajo destruido en el sector público, se han perdido cuatro en el sector privado. Esta enorme desproporción señala un desequilibrio alarmante en el impacto de las políticas de ajuste.
El informe publicado por la Secretaría de Trabajo indica que, desde noviembre del año pasado, el empleo formal ha experimentado una caída constante. Hasta mayo de 2024, se habían perdido 175.746 puestos de trabajo en el sector privado, y la tendencia no muestra señales de mejorar.
Para ser más específicos, entre enero y junio de 2024, el número de empleos en el sector privado se redujo en 130.000, afectando, sobre todo, a la industria manufacturera y la construcción.
El privado es el más afectado
Las recientes olas de despidos y suspensiones han tenido un impacto devastador en el sector privado. Es más, tan sólo en el día de ayer, fue noticia que la fábrica de John Deere en Granadero Baigorria, Santa Fe, avanza con un plan de despidos, por la baja en la producción.
La caída del empleo registrado alcanzó los 123.123 trabajadores solo en el primer semestre de 2024. En comparación, el empleo en el sector público se redujo en 36.940 trabajadores.
Luis Campos, investigador del Centro de Estudios de la CTA Autónoma, subraya que “Por el lado del empleo público, en mayo se perdieron casi 8.845 puestos de trabajo, y se acumulan 36.940 trabajadores menos desde noviembre de 2023. Si incluyéramos las modalidades contractuales no asalariadas seguramente la caída sería mayor”.
Adicionalmente, las trabajadoras en casas particulares siguen siendo de las más afectadas por el deterioro del mercado formal de fuerza de trabajo. “El retroceso del empleo en casas particulares en estos 6 meses es del 3,4% (15.683 trabajadoras).”
Los números del sector privado
El informe de la Secretaría de Trabajo y el Centro de Economía Política de Argentina (CEPA) destaca que entre mayo y junio de 2024 se perdieron 17.500 empleos, con una tendencia alarmante hacia la destrucción de puestos en la industria manufacturera.
A diferencia de los meses anteriores, donde la construcción lideraba la lista de sectores afectados, la industria manufacturera ha tomado el relevo, con 22.750 empleos perdidos desde el inicio del mandato de Milei.
En gran medida esto se debe a la decisión del Gobierno Nacional de paralizar la obra pública. La Cámara Argentina de la Construcción estima que se han perdido alrededor de 100.000 empleos en este sector, lo que representa una caída del 56,29% en términos de despidos y suspensiones.
Por supuesto que estas decisiones no afectan a todos los sectores y empresas por igual: los datos muestran que las empresas grandes han sido las más afectadas. Entre noviembre de 2023 y abril de 2024, las empresas con más de 500 trabajadores redujeron su personal en un 2,64%, mientras que las empresas de menor tamaño lo hicieron en un 0,88%.
No sólo se habla de despedidos sino también empleadores que han dejado de serlo. Entre noviembre de 2023 y abril de 2024, se registró una disminución de 7.860 empleadores, principalmente en empresas de hasta 500 trabajadores. Sin números positivos a la vista, parecería que lo único que están dejando estas medidas es una estela de desempleo y precarización laboral.
La desigualdad entre provincias
La crisis laboral también es distinta de provincia a provincia, más que nada por las características de sus industrias locales. Provincias como Formosa, Tierra del Fuego y La Rioja han registrado caídas de empleo privado superiores al 9%, mientras que otras regiones como Neuquén y Salta han tenido menos problemas gracias a la minería y el petróleo.
La dinámica del empleo varía considerablemente entre las provincias. Las que más empleos formales privados perdieron en los últimos seis meses fueron:
Formosa: -11,4%
Tierra del Fuego: -10,9%
La Rioja: -9,1%
Santa Cruz: -7,8%
Buenos Aires: -2,5%
Santa Fe: -2,5%
Córdoba: -1,7%
CABA: -0,8%
Mendoza: -0,3%
Esta disparidad regional resalta la falta de coherencia en las políticas económicas del gobierno, que parecen no haber tenido en cuenta las particularidades locales y las necesidades específicas de cada región. Mientras algunas provincias se hunden en la crisis, otras dan manotazos ahogados a través de estrategias sectoriales que no se ven reflejadas a nivel nacional.
El monotributo y la precarización laboral
Se ha perdido el 2% de los puestos de trabajo en el ámbito privado frente al 1% en el sector público. Esto contrasta con la premisa del Gobierno, que esperaba que el sector privado absorbiera al personal despedido del Estado, principalmente del ámbito nacional.
En el mes de mayo, se eliminaron 9.101 empleos en el sector privado y 8.845 en el público. Además, más de la mitad de los despedidos pasaron a ser monotributistas, con un aumento de 9.636 en ese mismo mes.
Este cambio refleja la estrategia de La Libertad Avanza en materia de legislación laboral, más precarización y menos derechos laborales, como se manifiesta en la reciente Ley Bases.
Esta ley, que ha sido promovida por la administración de Milei, introduce la figura del “colaborador”, un trabajador que, aunque en teoría es independiente, en la práctica trabaja bajo condiciones similares a las de un empleado en relación de dependencia, pero sin los derechos laborales correspondientes.
La creación de esta figura busca reducir los costos laborales para los empleadores, pero también conlleva una grave erosión de los derechos de los trabajadores, que se ven privados de beneficios fundamentales como licencias, aguinaldo e indemnización por despido.
Ya casi preocupa más la inflación que el desempleo
Hace unos meses, si le preguntabas a cualquier argentino cuál era su mayor inquietud, es posible que te dijera “la inflación”, hoy en día aumentan las chances de que conteste “el desempleo”.
Según un estudio de Ipsos, mientras la inflación sigue siendo todo un tema, el desempleo ha escalado al 47% de las preocupaciones. Esto se entiende a partir de los datos de empleo registrados, que muestran una caída brutal en el número desde la asunción del gobierno libertario.
A medida que Argentina enfrenta una crisis de empleo que amenaza con convertirse en una de las peores de la última década, es crucial que el gobierno reevalúe sus ideas y considere medidas que puedan ayudar a los trabajadores. La situación actual exige una reflexión para evitar que el ajuste libertario lleve a una crisis prolongada y devastadora para el país.
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