El INDEC informó sobre el avance de la actividad económica del país durante el primer trimestre del año, bajo la Presidencia de Javier Milei, que arrojó resultados negativos: el PBI cayó 5,1% a nivel interanual, lo que puede explicarse por las medidas económicas que provocaron una fuerte recesión y contracción en los principales rubros del país, salvo aquellos relacionados a la exportación.
Esta caída, señala el INDEC, se produce en medio de una baja en el consumo del 6,7% y los principales rubros afectados fueron la industria manufacturera, construcción y comercio. La inversión privada, a nivel interanual, se redujo 23,4% mientras que el gasto público bajó 5%.
La industria manufacturera cayó 13,7% entre enero y marzo en términos interanuales, mientras que el comercio se redujo 8,7% y la construcción (que fue golpeada por la paralización de la obra pública) cayó 19,7% en comparación con el año pasado, siendo el rubro con mayor incidencia negativa en la caída generalizada del PBI. Allí, la inversión bajó 26,6%.
A consecuencia de la baja del consumo, hay alerta por la paralización de las actividades de grandes fábricas, como es el caso de Acindar en Constitución (Santa Fe) que detuvo la planta siderúrgica de esa localidad ante la caída en las ventas y cuya paralización se extenderá entre 120 a 135 días, quedando seis meses para que finalice el año.
Con el derrumbe del PBI, se incrementa los niveles de desocupación
Como correlato de la situación, la tasa de desocupación subió dos puntos en los primeros tres meses del 2024 y trepó al 7,7%, evidenciando una baja en la cantidad de empleos que no se observaba desde el inicio de la pandemia.
La desocupación se explica por la caída en los mencionados rubros, entre otros, y hay análisis que señalan que el desempleo podría superar los dos dígitos (llegando a 10%) antes que finalice el 2024, planteando un grave panorama para el sector asalariado.
Sin contar la etapa en la que el país tuvo que atravesar el aislamiento preventivo, los números del primer cuatrimestre de la gestión nacional actual son comparables con la caída del PBI que se produjo durante la corrida cambiaria en el último trimestre del gobierno de Mauricio Macri, cuando se produjo una fuerte devaluación.
Los únicos sectores que experimentaron una mejora están relacionados a las exportaciones. Estos rubros son el agro (Agricultura y Ganadería) que tuvo un aumento del 10,2%, minería y energía con una suba del 8% y pesca que registró una actividad mayor al 3,2% con respecto al año pasado.
El INDEC señaló que hay un crecimiento interanual de las exportaciones de bienes y servicios del 26,1%. El crecimiento del agro se puede explicar por la sequía sufrida en 2023 en las zonas productivas, que redujo ese saldo exportable que luego fue recuperado en el primer trimestre del 2024. El resultado de la campaña tampoco se puede atribuir a la devaluación de más del 100% del peso durante diciembre, ya que para esa fecha casi la totalidad de la siembra para la cosecha gruesa (maíz y soja) estaba realizada.
Teniendo en cuenta que no hubo cambios en el rumbo económico y que fue ratificado por el propio Presidente, es difícil pensar que la situación del país vaya a cambiar y mostrar números más positivos.
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