La semana pasada, en la Cámara de Representantes de la Provincia de Misiones se presentó el “Primer Relevamiento sobre las personas LGTBQ+ alojadas en las Unidades Penitenciarias de la Provincia”, un informe realizado por la Comisión Provincial de Prevención de la Tortura de Misiones (CPPTMi), en conjunto con el Observatorio de Violencia Familiar y de Género.
El estudio tuvo como objetivo identificar a la población LGTBQ+ alojada en las instituciones de encierro de la provincia así como observar las condiciones de las mismas vulneran su identidad sexual para así tener datos sobre su situación y desarrollar políticas públicas en consecuencia.
“La discriminación basada en género e identidad u orientación sexual es un problema que afecta a las personas LGTBIQ+” describe el informe, “y esta forma de discriminación se ve potenciada en las personas privadas de su libertad por la falta de conocimiento generalizado sobre los derechos de las diversidades”.
“Esto es importante por el simple hecho de que necesitamos saber si hay personas LGBT y personas trans en estado de encierro” explicó Nazarena Fleitas, del área de diversidad del OVFG en diálogo con NEA HOY, “por el simple hecho de que, si a las personas que estamos afuera vemos nuestros derechos totalmente vulnerados, podemos imaginar una persona en contexto de encierro lo vulnerable que pueda llegar a estar”.
La metodología
El relevamiento tuvo lugar en el contexto de un proyecto de charlas que el CPPTMi y el OVFG realizaron en conjunto para abordar temáticas relacionadas con la masculinidad, la Ley de identidad de género, derechos de la comunidad LGBTIQ y formas de violencia y discriminación en los establecimientos penitenciarios.
En el transcurso de cuatro meses, entre junio y septiembre del 2023, se realizaron 8 encuentros en 7 de los 8 establecimientos penitenciarios de la provincia. Tras esto, se les otorgó a los participantes un cuestionario anónimo con 7 preguntas relacionadas con la identidad de género y la orientación sexual en contextos carcelarios.
Así, a partir de las charlas se indagó sobre el conocimiento previo con el que contaban los participantes sobre conceptos básicos como la autopercepción del género, el cuestionario se usó para “determinar la cantidad de personas que pertenecen a la población LGBTQ+, registrar qué tratos reciben en este contexto por su elección de género, y determinar el grado de conocimiento que tienen sobre la temática”, según se explica en el informe posterior del Observatorio.
Los resultados
Con ésta metodología se pudo determinar que un 23% de los encuestados (153) manifestaron haber tenido dudas sobre su orientación sexual, mientras que el 75% de ellos dijo nunca haber tenido dudas.
De este 23%, 30 personas dijeron identificarse con la población de la diversidad: una de ellas con la orientación sexual Bisexual, dos personas trans, dos personas No Binarios, y el resto (veinticinco personas) Gays.
El informe además concluye que, de las personas identificadas como trans género, solo una de ellas ejercía su identidad de género de manera visible en la Unidad Penal de Mujeres, y que esto, a su vez, ha generado “conflictos de discriminación entre personas privadas de libertad, pese a tener un tratamiento especial en este contexto”.
El resto, se asume, no ejercía visiblemente su orientación sexual debido a la falta de un abordaje diferenciado dentro de las instituciones de encierro, además de la discriminación y violencia que podrían sufrir si así lo hicieran.
“Hay que poner énfasis en lo que se dice, en la discriminación allí adentro, la falta de acceso a la información y de recursos con los que cuenta una persona privada de su libertad a la hora de seguir un tratamiento hormonal, o ir a un hospital, o poder expresarse”, concluyó Fleitas.
En el relevamiento se identificó que “no existe un abordaje especializado ni un registro diferencial en las cárceles de la provincia de Misiones”, salvo por la Unidad Penal V de mujeres que tenía un régimen especial para la única mujer trans alojada allí.
Además, identificó comportamientos discriminatorios, tanto de las personas privadas de libertad como del personal del servicio penitenciario, concluyendo por ello la utilidad de continuar con actividades de concientización, charlas, capacitaciones y elaboración de material gráfico específico.
Finalmente, recomienda “al Servicio Penitenciario de la Provincia de Misiones que implemente un programa de tratamiento específico para el abordaje de la diversidad en contextos de encierro”.
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