La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, presentó este miércoles el nuevo Reglamento General para el Empleo de las Armas por parte de los Miembros de las Fuerzas Federales de Seguridad, que no es otra cosa que una herramienta para aplicar la llamada «doctrina Chocobar», que ofrece un gran margen de discrecionalidad a los agentes para disparar balas de plomo ante lo que consideren un «peligro inminente».
«Estamos derogando toda resolución del Ministerio de Seguridad así como las disposiciones internas de las fuerzas que se contrapongan a lo que está normado en esta resolución que estamos dando a conocer», dijo Bullrich en la conferencia de prensa que dio en el Ministerio, en medio de la crisis de seguridad que atraviesa Rosario.
Las fuerzas federales, según anunció la funcionaria, estarán habilitadas a usar armas de fuego «cuando haya un peligro inminente de muerte del propio agente o de ciudadanos que estén en peligro frente a un ataque de criminales» o para «impedir la comisión de un delito, cuando sea un delito grave que ponga en riesgo la integridad física de las personas».
Los miembros de las fuerzas también estarán habilitados a usar armas para «detener a un delincuente cuando oponga resistencia a la autoridad o para impedir que se fugue», precisó.
«Esto es muy importante porque siempre se plantea que el delito se termina en el momento en que aparentemente el delincuente se fuga. No es lo que dicen nuestros códigos. El Código Penal es claro: obliga a las fuerzas de seguridad a impedir la fuga de los delincuentes», agregó Bullrich. De esta manera, habilita a darle un tiro por la espalda a quien sea considerado un delincuente.
Los efectivos, según el nuevo protocolo, «deberán siempre identificarse como tales, dando la voz de alta». Sin embargo, aclaró la ministra, habrá excepciones.
«Hay momentos en que si el agente se da a conocer pone en riesgo su vida o la de terceros. Y ese agente está rodeado por un grupo de narcotraficantes, de asesinos, criminales, y da la voz de alto, en el momento que está rodeado puede dar a conocer su posición y en esa posición los delincuentes saben de dónde sale la voz de alto y matan al agente», argumentó Bullrich, al remarcar que se trata de una excepción que «está en todos los reglamentos de armas del mundo».
La habilitación para no identificarse también estará permitida cuando «exista una desventaja numérica o táctica, porque ahí el agente puede sufrir las consecuencias», advirtió.
«Con estas pautas, policías, gendarmes y agentes de seguridad van a saber que están siendo protegidos por un sistema que les permite cumplir la función para la que fueron capacitados. No queremos más casos Chocobar en lo que se esté discutiendo si hizo las cosas mal o no», planteó, en referencia a Luis Chocobar, expolicía condenado por matar por la espalda a un joven que huía tras atacar a puñaladas a un turista estadounidense en el barrio porteño de La Boca en el año 2017 y que Bullrich promueve como un ejemplo a seguir.
Bullrich indicó que están a la espera de las pistolas taser
En la conferencia de este miércoles, Bullrich también informó que el Gobierno está «a la espera» de las pistolas Taser y en proceso de compra de armas byrna, un «arma no letal que es como un pequeño aire comprimido» que se fabrica en Argentina y que «se usará en aeropuertos, estaciones de trenes y distintos lugares» donde haya «alta densidad de población».
Además, habilitarán a que todas las fuerzas federales utilicen «armas largas de calibre policial», algo que la ministra había anunciado a principios de febrero para Prefectura Naval.
Fuente: Página 12.
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