El 17 de octubre fue elegido como un día para concientizar sobre la erradicación de la pobreza decretado por las Naciones Unidas desde 1992, en todo el mundo. Cada año, el índice de personas que vive bajo condiciones de pobreza e indigencia es más elevado.
Las estadísticas mundiales son concretas: desde siglos, el continente con los indicadores más altos es África, seguido por América Latina y el Caribe donde los países subdesarrollados presentan los índices de pobrezas más altos del mundo.
Si bien en este siglo, según datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), en la primera década la pobreza se redujo de un 45 por ciento en 2004 a un 27,8 por ciento, desde entonces la región presenta indicies estancados. Actualmente, la pobreza alcanza al 33 por ciento de la población, lo que significa que 209 millones de personas vivían en la pobreza a finales del 2020 en la región.
Tras el repunte económico del 2021, la pobreza general se redujo un 32,1 por ciento sin embargo siguió en aumento y llegó al nivel máximo en dos décadas con un 13, 8 por ciento en la región.
Por la crisis cambiaria tras la gestión de Mauricio Macri de 2018 y 2019, la pobreza llegó al orden del 35 por ciento, y luego el confinamiento estricto decretado tras la pandemia, volvió a subir la medición en torno al 45 por ciento.
Argentina en relación al resto del continente
Las últimas estadísticas de 2021, teniendo en cuenta las cifras oficiales, el CEPAL y la Universidad Católica Andrés Bello en Venezuela (UCAB) la Tasa de población por debajo de la línea de pobreza posicionan a la Argentina con el 40,6 por ciento, por debajo de Venezuela (94,5 por ciento), Colombia (42,5 por ciento), México (41,9 por ciento), Bolivia (39 por ciento), siendo los países con la tasa más baja de pobreza, chile (10,8 por ciento), Uruguay (11,6 por ciento), Paraguay (26,9 por ciento), y Brasil con el 24,1 por ciento, según cifras del 2020, y 2021.
En Argentina, el contexto actual de pobreza e indigencia, según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), indica que en el primer semestre de 2022 el 36,5 por ciento de las personas se encontraban bajo la línea de la pobreza y el 8,8 por ciento por debajo de la línea de indigencia.
La nueva cifra marca una caída de la pobreza de 4,1 puntos porcentuales con respecto a igual período de 2021, pero indica que sigue por encima de los niveles registrados previos a la pandemia con el 35,2 por ciento en el segundo semestre de 2019.
Origen de la pobreza estructural: del impacto de la dictadura, la vuelta de la democracia a la actualidad
En los últimos 30 años, la pobreza en Argentina nunca fue menor al 25 por ciento, según un estudio del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec), el Centro de Estudios Distributivos, Laborales y Sociales (Cedlas) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), utilizando datos del INDEC.
Desde 1983, la pobreza solo disminuyó dos veces: en el rebote de las dos crisis macroeconómicas profundas que vivió el país, después de la hiperinflación de 1989 y posteriormente a la crisis de 2001, en la primera etapa del kirchnerismo, sobre todo entre 2004 y 2007.
Los índices actuales de pobreza e indigencia, se encuentran marcados por la pandemia del COVID-19 y las ASPO, son los peores desde el 2006. Los primeros datos del Gobierno del Presidente Alberto Fernández muestran que en el primer semestre de 2020 la pobreza aumentó hasta el 40,9 por ciento y la indigencia escaló al 10,5 por ciento.
Sin embargo, las cifras que dejó el Gobierno de Cambiemos con Mauricio Macri al mando, indicaban que la pobreza en el segundo trimestre de 2016 alcanzaba al 32,2 por ciento de la población. El Centro de Estudios Distributivos Laborales y Sociales (CEDLAS) calculó el semestre móvil compuesto por el segundo y el tercer trimestre de 2016, que resultó con un 31,4 por ciento de ciudadanos pobres.
Los datos del INDEC -que son comparables con los del Cedlas- muestran que en la segunda mitad de 2019 la pobreza llegó al 35,5 por ciento de las personas y la indigencia al 8 por ciento de los argentinos, siendo los niveles más altos desde 2008 para los segundos semestres.
Durante el Gobierno de la actual Vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien asumió en diciembre de 2007 y durante su primer mandato, según las cifras del CEDLAS, la mandataria logró bajar el indicador del 37 por ciento al 28 por ciento, según la cifra que había heredado del Ex Presidente Néstor Kirchner.
Sin embargo, en el segundo mandato de Fernández de Kirchner, la pobreza habría aumentado nuevamente hasta el 30 por ciento. En conclusión, la pobreza habría bajado de 37 por ciento a fines de 2007 a 30 por ciento a principios de 2015 (los datos de finales de 2015 no se publicaron por la emergencia estadística del INDEC).
Década del 90: surgimiento de Carlos Menem y crisis de De La Rúa
Durante el primer mandato de Carlos Menem, la Argentina logró bajar los índices de pobreza. Según los viejos datos del INDEC para el Gran Buenos Aires (GBA), en octubre de 1989 la pobreza llegaba al 47 por ciento de la población, mientras que en mayo de 1995 (mes en el que se realizaron las elecciones en las que renovó su cargo) este número llegaba al 22 por ciento; sin embargo, para 1999 era cercana al 40 por ciento.
En octubre de 1999, se realizaron las elecciones presidenciales donde ganó Fernando de la Rúa del partido Alianza, y la pobreza afectaba al 27 por ciento de la población, según los antiguos datos oficiales.
Mientras la crisis del 2001 se desataba con el fin del mandato de De la Rúa, y posterior sucesión de tres presidentes en una semana, en octubre de 2002, ya bajo el mandato de Eduardo Duhalde (PJ), la pobreza siguió aumentando y llegó hasta el 66 por ciento.
Ya en mayo de 2003, cuando el poder fue entregado a Néstor Kirchner, la pobreza era del 62 por ciento, según la estimación del CEDLAS.
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