Sus características barrancas a la vera del Paraná, sus calles pintorescas colmadas de árboles de naranjas, el gran acervo chamamecero y la rica historia que transmite mediante su tradición son algunos de los atractivos que se pueden destacar de la ciudad de Bella Vista, ubicada al oeste de la Provincia de Corrientes, a tan solo unos 150 km de la capital provincial.
Restan dos años para el bicentenario de la fundación de la ciudad, que se realizó un 3 de junio por decisión del entonces Gobernador Pedro Ferré, quien eligió bautizarla de ese modo por el bello paisaje que vio en esas tierras.
Bella Vista es también sinónimo de chamamé y mucho más en el septiembre correntino en que la memoria colectiva revive el triste acontecimiento de la tragedia de al menos seis músicos chamameceros durante una gira por la provincia, entre los que se encontraba el autor chaqueño Zitto Segovia.
Allí también se celebra la Fiesta Nacional de la Naranja que reúne a miles de personas en noviembre y en febrero tienen lugar sus maravillosos carnavales.
A continuación, mencionamos algunas de las actividades que podes realizar en la ciudad de Bella Vista.
Bella Vista: historia reciente y contacto con la arqueología
Cuentan los historiadores que, antes de su fundación, esta ciudad era conocida con el nombre de “La Crucecita” y era sitio de amarre de los barcos que navegaban el Paraná, obligados a parar durante la noche, por las dificultades que ofrecía el río con la continua modificación de sus canales.
Para los amantes de la historia, un destino que no se puede dejar de visitar allí es la Colonia 3 de abril, uno de los primeros lugares en ser habitados en la provincia, ya que allí se asentó San Fernando de las Garzas, reducción de indios abipones provenientes del Chaco.
Asimismo, en las afueras de la ciudad, es posible visitar una de las mayores reservas de fósiles del norte de la Argentina, la del arroyo Toropí, que cuenta con gran diversidad de especies y un excelente estado de conservación.
Este sitio fue declarado “Patrimonio Paleontológico de la provincia de Corrientes” mediante la ley provincial 6165/12 y la Ordenanza Municipal 651/7 y se cuentan entre sus restos fósiles más de 40 especies animales, que constituyen un patrimonio único en Sudamérica.
No menos importante, más para quienes se interesan por la historia reciente, es el sitio Punta Cuevas dónde se desarrolló el último combate naval interno de la historia de Argentina, durante la Guerra contra el Paraguay.
Se trata de un amplio terreno de altas barrancas localizado a casi 30 kilómetros al sur del centro de Bella Vista.
Tierra de chamameceros
Luego del triste acontecimiento del 8 de septiembre de 1989, en el que fallecieron artistas chamameceros como Zitto Segovia, Johnny Behr, Daniel Yacaré Aguirre, Miguel Ángel Michel y Joaquín Gringo Sheridan y el Chango Paniagua, la ciudad mantiene viva la memoria a los músicos.
Como símbolo tangible, la ciudad cuenta con la Plaza de los Músicos con la cual homenajea a los chamameceros que perdieron su vida en el trágico accidente, mediante placas y monumentos.
Vale acotar que, como consecuencia del hecho, numerosas obras de grandes autores del chamamé correntino fueron dedicadas a homenajear a los artistas. Por ejemplo, la obra de Mario Bofill y Julián Zini, Flores del alma.
“Musiquero que te fuiste por la senda azul del agua, corazón chamamecero, que te volviste calandria”, reza alguno de sus versos.
Fiesta Nacional de la Naranja
Esta fiesta popular de la Provincia de Corrientes, que recibió reconocimiento nacional en 2002, se realiza durante la primera quincena de noviembre con el fin de homenajear un bien típico y esencial en la economía regional.
La festividad es organizada por la Municipalidad y apoyada por instituciones como Asociación de Citricultores, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), y Gobierno de la Provincia de Corrientes.
En su origen, la celebración acontecía en momentos en que se llevaba adelante la cosecha de las naranjas producidas a lo largo de todo un año, explican desde el municipio local. Cantos populares, concursos de embaladores de frutas y la elección de la Reina de la Naranja fueron los eventos festivos de aquel tiempo, que se sostienen hasta nuestros días.
Desde el primer día hasta el último, en el predio municipal se instalan carpas institucionales, sector gastronómico, comercial, expo-productiva, artesanías, industrias y comercios en general.
Allí puede apreciarse lo que ofrece Bella Vista y su producción, actividades agropecuarias, ganaderas, ecoturismo, turismo rural, religión, chamamé, historia, pesca, carnaval y playas. Mientras tanto, en el escenario se desarrolla la elección de la Reinita del Azahar y de la Reina Nacional de la Naranja.
Carnaval y pesca
Otros dos atractivos de la ciudad de Bella Vista, para quienes esperan conocerla, son, por un lado, los carnavales, que se realizan durante los meses de enero y febrero en el Corsódromo Municipal y reúnen a más de 15.000 espectadores por noche.
Las comparsas, Anahí, Sapucay, Alelí, Emperatriz y Azahar, se preparan durante todo el año diseñando y confeccionando trajes para los bailarines con vestuarios únicos. Aunque cuentan con su estilo propio, se pueden apreciar influencias brasileñas en los trajes y el candombe uruguayo en sus ritmos.
Por otra parte, la pesca con devolución es una actividad llamativa de Bella Vista que se realiza en la costa bellavistense del Río Paraná durante un fin de semana del mes de noviembre.
Participan embarcaciones con equipos provenientes de todo el país y de países limítrofes. Cuenta con una exposición náutica, de artículos de pesca, artesanías y gastronomía durante todo el fin de semana, así como espectáculos por las noches con la presencia de artistas locales y nacionales de varios géneros musicales.
Turismo religioso
Para las personas que se sienten atraídas por el turismo religioso, particularmente el catolicismo, Bella Vista tiene su epicentro en la Iglesia Nuestra Señora del Carmen que fue inaugurada el 19 de octubre de 1826 por disposición del entonces Obispo José León Venegas.
A lo largo del tiempo sufrió algunas modificaciones, en una de ellas intervino el arquitecto Juan Col. Actualmente, el templo posee vitrales que fueron traídos de Italia, con un estilo arquitectónico denominado Neoecléctico Italianizante.
Una anécdota local cuenta que el depositario de los valores donados por el pueblo para su construcción huyó llevándose todas las joyas y ante la falta de fondos se tuvo que suprimir dos torres que irían a los costados de la Iglesia.
Otra particularidad es que la Virgen Patrona de la ciudad es la única que tiene en sus pies la figura de un indiecito.
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